Letra de La Cautiva - Jorge Cafrune
Letra de canci�n de La Cautiva de Jorge Cafrune lyrics
Reclina ni�a tu frente sobre m�,
que aqu� reina un fresco ambiente,
y en las cuchillas se siente,
un perfume de alhel�.
Reclina bella cautiva,
amorosa y sensitiva,
en brazos de Alborevi,
qui�n te ama con ansia ardiente,
reclina ni�a tu frente sobre m�.
Si tus ojos son ardiente resplandor,
tus pupilas transparentes
corno el agua de la fuente,
de pur�simo color.
Qui�n al verte no te mira,
y por ti ni�a suspira,
y a ti sola quiere amar,
y cautivo no se siente,
si tus ojos son ardiente resplandor.
Las cristianas hechiceras del aduar,
van gimiendo pla�ideras,
su infortunio y su pesar,
ya el cacique no las mira,
y por ti ni�a suspira,
y a t� sola quiere amar,
https://www.coveralia.com/letras/la-cautiva-jorge-cafrune.php
aunque giman pla�ideras,
las cristianas hechiceras del aduar.
Al ardiente mediod�a,
cuando vierta su armon�a el tuy�,
estaremos, garza m�a,
en la fresca sombra umbr�a,
bajo el verde guaviy�.
T� en la hamaca recostada,
y en mi pecho reclinada,
y junto a mi frente t�,
al ardiente mediod�a,
cuando vierta su armon�a,
el tuy�.
Qu� m�s quieres mi cristiana para ti,
si tu frente se engalana,
con la pluma soberana,
del cacique Alborev�.
Tendr�s joyas y tesoros,
tendr�s perlas y collares,
que en la guerra consegu�,
entre sangre castellana.
Qu� m�s quieres mi cristiana para ti.
que aqu� reina un fresco ambiente,
y en las cuchillas se siente,
un perfume de alhel�.
Reclina bella cautiva,
amorosa y sensitiva,
en brazos de Alborevi,
qui�n te ama con ansia ardiente,
reclina ni�a tu frente sobre m�.
Si tus ojos son ardiente resplandor,
tus pupilas transparentes
corno el agua de la fuente,
de pur�simo color.
Qui�n al verte no te mira,
y por ti ni�a suspira,
y a ti sola quiere amar,
y cautivo no se siente,
si tus ojos son ardiente resplandor.
Las cristianas hechiceras del aduar,
van gimiendo pla�ideras,
su infortunio y su pesar,
ya el cacique no las mira,
y por ti ni�a suspira,
y a t� sola quiere amar,
https://www.coveralia.com/letras/la-cautiva-jorge-cafrune.php
aunque giman pla�ideras,
las cristianas hechiceras del aduar.
Al ardiente mediod�a,
cuando vierta su armon�a el tuy�,
estaremos, garza m�a,
en la fresca sombra umbr�a,
bajo el verde guaviy�.
T� en la hamaca recostada,
y en mi pecho reclinada,
y junto a mi frente t�,
al ardiente mediod�a,
cuando vierta su armon�a,
el tuy�.
Qu� m�s quieres mi cristiana para ti,
si tu frente se engalana,
con la pluma soberana,
del cacique Alborev�.
Tendr�s joyas y tesoros,
tendr�s perlas y collares,
que en la guerra consegu�,
entre sangre castellana.
Qu� m�s quieres mi cristiana para ti.