Letra de Mi Joven Profesor De Amor - Maria Veranes
Letra de canci�n de Mi Joven Profesor De Amor de Maria Veranes lyrics
Mi joven profesor de amor,
mi experto en saberme amar.
contigo todo es especial,
lo m�s extra�o es natural.
Por tu cuerpo me dejo llevar
hasta el final.
Y poco a poco s� algo m�s
del gran lenguaje del amor.
Es m�s bello a la luz del sol,
que en la profunda oscuridad.
Cuando el d�a empieza a nacer
y huele a claridad.
Y �qui�n me iba decir a m�?
tan segura como yo estaba,
que temblase entre sus brazos
y me desarmara.
Era yo quien le ped�a amor,
y era �l, el que me saciaba,
con un beso me hac�a suya,
me resucitaba.
Mi joven profesor de amor
https://www.coveralia.com/letras/mi-joven-profesor-de-amor-maria-veranes.php
hay algo misterioso en ti,
amando es como un volc�n,
como la brisa sobre el mar.
Y t� sabes c�mo acariciar,
c�mo hacer vibrar.
Mi joven profesor de amor,
tan hombre y tan ni�o a la vez,
sabes amar a una mujer,
tierno y severo, dulce y cruel.
Y en tu voz, la queja del cansancio
y del placer.
Y �qui�n me iba decir a m�?
tan segura como yo estaba,
que temblase entre sus brazos
y me desarmara.
Era yo quien le ped�a amor,
y era �l, el que me saciaba,
con un beso me hac�a suya,
me resucitaba.
mi experto en saberme amar.
contigo todo es especial,
lo m�s extra�o es natural.
Por tu cuerpo me dejo llevar
hasta el final.
Y poco a poco s� algo m�s
del gran lenguaje del amor.
Es m�s bello a la luz del sol,
que en la profunda oscuridad.
Cuando el d�a empieza a nacer
y huele a claridad.
Y �qui�n me iba decir a m�?
tan segura como yo estaba,
que temblase entre sus brazos
y me desarmara.
Era yo quien le ped�a amor,
y era �l, el que me saciaba,
con un beso me hac�a suya,
me resucitaba.
Mi joven profesor de amor
https://www.coveralia.com/letras/mi-joven-profesor-de-amor-maria-veranes.php
hay algo misterioso en ti,
amando es como un volc�n,
como la brisa sobre el mar.
Y t� sabes c�mo acariciar,
c�mo hacer vibrar.
Mi joven profesor de amor,
tan hombre y tan ni�o a la vez,
sabes amar a una mujer,
tierno y severo, dulce y cruel.
Y en tu voz, la queja del cansancio
y del placer.
Y �qui�n me iba decir a m�?
tan segura como yo estaba,
que temblase entre sus brazos
y me desarmara.
Era yo quien le ped�a amor,
y era �l, el que me saciaba,
con un beso me hac�a suya,
me resucitaba.