Letra de Peces De Ciudad - Ana Belen Y Victor Manuel
Letra de canci�n de Peces De Ciudad de Ana Belen Y Victor Manuel lyrics
Se llamaba Alain Delon
el viajero que quiso
ense�arme a besar
en la Gare d'Austerlitz.
Primavera de un amor
amarillo y fugaz
como el sol del veranillo
de San Mart�n.
Hay quien dice que fui yo
la primera en olvidar,
cuando en un si bemol de Jacques Brel
me perd� "dans le port d`Amsterdam."
En la fatua Nueva York
da m�s sombra
que los limoneros
la Estatua de la Libertad.
Pero en Desolation Row,
las sirenas de los petroleros,
no dejan re�r ni volar.
Y en el coro de Babel,
desafina un espa�ol.
No hay m�s ley
que la ley del tesoro
en las minas
del rey Salom�n.
Desafiando el oleaje sin tim�n ni timonel,
por mis sue�os va ligero de equipaje
sobre un cascar�n de nuez,
mi coraz�n de viaje.
Luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.
Y c�mo huir cuando no quedan islas
para naufragar, al pa�s donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios que sacan de quicio.
Mentiras que ganan juicios
https://www.coveralia.com/letras/peces-de-ciudad-ana-belen-y-victor-manuel.php
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morrallas
que nadan por no llorar.
El Dorado era un champ�,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una p�gina web.
En Macondo comprend�
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.
Cuando en vuelo regular,
surqu� el cielo de Madrid,
me esperaban dos pies en el suelo
que no se acordaban de m�.
Desafiando el oleaje
sin tim�n ni timonel
por mis sue�os va ligero de equipaje
sobre un cascar�n de nuez.
Mi coraz�n de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.
Y c�mo huir cuando no quedan islas
para naufragar, al pa�s donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios que sacan de quicio.
Mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morrallas.
en una playa sin mar.
el viajero que quiso
ense�arme a besar
en la Gare d'Austerlitz.
Primavera de un amor
amarillo y fugaz
como el sol del veranillo
de San Mart�n.
Hay quien dice que fui yo
la primera en olvidar,
cuando en un si bemol de Jacques Brel
me perd� "dans le port d`Amsterdam."
En la fatua Nueva York
da m�s sombra
que los limoneros
la Estatua de la Libertad.
Pero en Desolation Row,
las sirenas de los petroleros,
no dejan re�r ni volar.
Y en el coro de Babel,
desafina un espa�ol.
No hay m�s ley
que la ley del tesoro
en las minas
del rey Salom�n.
Desafiando el oleaje sin tim�n ni timonel,
por mis sue�os va ligero de equipaje
sobre un cascar�n de nuez,
mi coraz�n de viaje.
Luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.
Y c�mo huir cuando no quedan islas
para naufragar, al pa�s donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios que sacan de quicio.
Mentiras que ganan juicios
https://www.coveralia.com/letras/peces-de-ciudad-ana-belen-y-victor-manuel.php
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morrallas
que nadan por no llorar.
El Dorado era un champ�,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una p�gina web.
En Macondo comprend�
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.
Cuando en vuelo regular,
surqu� el cielo de Madrid,
me esperaban dos pies en el suelo
que no se acordaban de m�.
Desafiando el oleaje
sin tim�n ni timonel
por mis sue�os va ligero de equipaje
sobre un cascar�n de nuez.
Mi coraz�n de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.
Y c�mo huir cuando no quedan islas
para naufragar, al pa�s donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios que sacan de quicio.
Mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morrallas.
en una playa sin mar.