Letra de Que El Letrista No Se Olvide (Versi�n 1989, En Vivo Con La Escuela) - Jaime Roos
Letra de canci�n de Que El Letrista No Se Olvide (Versi�n 1989, En Vivo Con La Escuela) de Jaime Roos lyrics
Que el letrista no se olvide de los versos de Gamero,
de beber alguna copa reventada a su salud;
que el letrista no se olvide de comprarse cigarrillos
y pitarle un par de versos del glorioso Guruy�.
Que el letrista no se olvide del aumento del boleto,
de agarrar la ventanilla y vivir la realidad.
Que el letrista no se olvide de la hinchada del Basa�ez,
esa que los periodistas titulan parcialidad.
Que el letrista no se olvide de las barras trasnochadas
que recorren madrugadas tapizando la ciudad;
que el letrista no se olvide de los mil pegatineros
que han pasado m�s de una en alguna seccional.
Que el letrista no se olvide de los lunes de ma�ana
cuando el verdadero guapo se levanta sin chistar;
que el letrista no se olvide de los hombres de corbata
que quisieron ser murgistas y no fueron a ensayar.
Que el letrista no se olvide de las madres del Pereyra,
que recuerde las tristezas de los locos del Mill�n.
Que el letrista no se olvide de los versos de Gagliardi,
de los bailes de la IASA y el estilo de Rold�n.
Que el letrista no se olvide de jugarle a las tres cifras
para ver si se endereza y se puede dedicar
https://www.coveralia.com/letras/que-el-letrista-no-se-olvide--version-1989--en-vivo-con-la-escuela--jaime-roos.php
a escribir versos de murga frente a un plato de buseca
y mandarse alguna letra en honor al carnaval.
Que el letrista no se olvide de los cuzcos marca perro,
de los gritos de la feria y del Parque Durandeau;
que el letrista no se olvide de la heroica minifalda,
del piropo que cosecha trepadita en el cord�n.
Que el letrista no se olvide en el quinto d�a del a�o
de ponerle pasto y agua al camello de Melchor;
que el letrista no se olvide de los l�os de la Extra,
de las noches de la Vasca, de los tangos de Clar�n;
de la marcha de la vuelta, de la voz del Pepe Guerra
pica, pica envenenada cuando agarra el adoqu�n.
No te olvides de cantarle a los cracks que no llegaron,
dedicarle alguna estrofa al borracho y su amistad,
y no vayas a olvidarte que en lugar de tanto verso
cuantas veces el silencio es la voz de la verdad.
Que el letrista no se olvide de arrimarse al veterano,
de escuchar la rebeld�a de negarse a obedecer;
que no quede en el tintero, que no quede en el tintero,
que no quede en el tintero lo que falta por hacer,
que no quede en el tintero lo que resta por hacer.
de beber alguna copa reventada a su salud;
que el letrista no se olvide de comprarse cigarrillos
y pitarle un par de versos del glorioso Guruy�.
Que el letrista no se olvide del aumento del boleto,
de agarrar la ventanilla y vivir la realidad.
Que el letrista no se olvide de la hinchada del Basa�ez,
esa que los periodistas titulan parcialidad.
Que el letrista no se olvide de las barras trasnochadas
que recorren madrugadas tapizando la ciudad;
que el letrista no se olvide de los mil pegatineros
que han pasado m�s de una en alguna seccional.
Que el letrista no se olvide de los lunes de ma�ana
cuando el verdadero guapo se levanta sin chistar;
que el letrista no se olvide de los hombres de corbata
que quisieron ser murgistas y no fueron a ensayar.
Que el letrista no se olvide de las madres del Pereyra,
que recuerde las tristezas de los locos del Mill�n.
Que el letrista no se olvide de los versos de Gagliardi,
de los bailes de la IASA y el estilo de Rold�n.
Que el letrista no se olvide de jugarle a las tres cifras
para ver si se endereza y se puede dedicar
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a escribir versos de murga frente a un plato de buseca
y mandarse alguna letra en honor al carnaval.
Que el letrista no se olvide de los cuzcos marca perro,
de los gritos de la feria y del Parque Durandeau;
que el letrista no se olvide de la heroica minifalda,
del piropo que cosecha trepadita en el cord�n.
Que el letrista no se olvide en el quinto d�a del a�o
de ponerle pasto y agua al camello de Melchor;
que el letrista no se olvide de los l�os de la Extra,
de las noches de la Vasca, de los tangos de Clar�n;
de la marcha de la vuelta, de la voz del Pepe Guerra
pica, pica envenenada cuando agarra el adoqu�n.
No te olvides de cantarle a los cracks que no llegaron,
dedicarle alguna estrofa al borracho y su amistad,
y no vayas a olvidarte que en lugar de tanto verso
cuantas veces el silencio es la voz de la verdad.
Que el letrista no se olvide de arrimarse al veterano,
de escuchar la rebeld�a de negarse a obedecer;
que no quede en el tintero, que no quede en el tintero,
que no quede en el tintero lo que falta por hacer,
que no quede en el tintero lo que resta por hacer.