Gian Franco Pagliaro (N�poles, 26 de julio de 1941), es un cantautor italiano radicado en la Argentina de gran predicamento en Latino America. Int�rprete, declamador, poeta, m�sico y actor de una sola pel�cula. Gran protagonista de la d�cada del 70 y de la canci�n de protesta cantada en castellano. Un artista que ya viaj� varias veces desde el pa�s del �xito al del silencio. Ha vendido unos cuantos millones de discos entre los hispanoparlantes del mundo. Un tipo no f�cil de manejar, contradictorio, pol�mico, sin pelos en la lengua, que supo triunfar y supo �quemarse�, que supo cuestionarse y � por qu� no � equivocarse.
Una mezcla de agresividad y ternura, de permanencia y ocaso. Querido, valorado y rechazado, quiz� por su costumbre empecinada de no parecerse demasiado a nadie en especial, de no seguir modas en particular, o de ser sincero en lugares en que eso es un defecto. Un tipo golpeado profundamente que sufri� p�rdidas irreparables, que convivi� �speramente con la proximidad de la muerte, desde la vida. Un tipo accesible, a mano, al que uno puede encontr�rselo en cualquier calle o en un caf�, conversando con amigos �ntimos o con los desconocidos m�s elementales, sobre lo que sea, pero, sobre todo, de la vida, de m�sica y poes�a.
��Gian Franco es una rara Avis dentro de la canci�n popular latinoamericana. Adem�s en el ambiente musical tiene, desde hace lustros, fama de transgresor. Cada vez que se lo pretende ubicar en una corriente cancion�stica espec�fica, contradice la opci�n con su propio accionar. Para algunos es un cantante rom�ntico, mel�dico, tal vez por tradici�n it�lica. En esa l�ne
a rom�ntica meti� temas inoxidables como Amigos m�os me enamore, Todos los barcos, No te vayas entonces, Vendr�s con el mar, las uvas y el sol y etc. Otros, en cambio, han querido se�alarlo como representante de la l�nea de protesta, incluso politizada, porque es el autor de canciones fundamentales e hist�ricas como Yo te nombro, La balada del boludo, Las cosas que me alejan de ti, Confesiones de un ex y etc. Est�n los que niegan calidad musical a su timbre, y los que se entusiasman a partir de su expresi�n rica en matices. �No es f�cil ser inteligente y banal al mismo tiempo y cursi y profundo y tambi�n comprometido y superficial, ser an�rquico y respetar c�digos y normas, musicalizar a Neruda, componer alg�n temita para sobrevivir e intentar un poema. No es f�cil trazar el propio camino a la vera de los caminos establecidos, reunir en el mismo escenario todos los �yo� que habitan en uno.� Declara con un toque de indisimulada iron�a. A simple vista, la primera impresi�n que uno tiene de Pagliaro, es que trasunta sinceridad, que no est� en pose. La segunda impresi�n, a los cinco minutos de charlar con �l, es que no se guarda casi nada, que est� de vuelta y que realmente le importa un pito lo que piensan los �otros� de �l. No sigue las modas, tampoco las impone, tiene estilo propio pero no tiene seguidores, tiene adeptos y detractores, quien suspira con su color de voz grave y �org�smica� � calificativo que le acu�aron en Colombia donde vendi� mas de 160.000 compactos de poemas entre 1999 y 2001 � y quien sostiene que su timbre es �spero, sucio, ronco y poco musical. Sus �ltimos discos, �Cantautores Queridos�, �Antolog�a italiana� y �La voz de los poetas� , son la muestra cabal de un artista que se mueve y act�a guiado por sus estados de �nimo, con absoluta libertad de elecci�n y acci�n y a contramano del marketing. El primero de los discos mencionados est� dedicado a los cantautores que Pagliaro admira o aprecia: Joan Manuel Serrat, Alberto Cortez, Violeta Parra, Silvio Rodr�guez, Pablo Milan�s, Leonardo Favio, Sandro, Facundo Cabral, V�ctor Heredia entre otros y que recrea con su estilo que es marca registrada; el segundo es un disco dedicado a �l mismo, a su italianidad, a su origen, a su particular manera de cantar, emotiva, c�lida y que todos los amantes de la canci�n italiana le est�n eternamente agradecidos. Y el tercero, el disco m�s reciente, es una producci�n de poemas de grandes poetas que le han marcado el camino, el coraz�n y la cabeza: Pablo Neruda, Mario Benedetti, Oliverio Girondo, Walt Whitman, Jorge Luis Borges, Jaime Sabines, Fernando Pessoa, entre otros y que Gian Franco �dice� de una manera tan confidencial como si estuviera habl�ndonos al o�do, con todos los matices de su voz que nunca suena a mentira ni a impostada. Asiduo lector de poes�a, ha sido un temprano musicalizador de Mart�, Dar�o, Pablo Neruda, Almafuerte, Gustavo Adolfo B�cquer, Franz Tamayo y uno de los primeros, tal vez el primero en esta parte del mundo y en castellano, en tocar dentro de la canci�n de amor la tem�tica existencial de los cantautores franceses e italianos sesentistas. El hast�o, la rutina, la ambivalencia sentimental, ese estar en el mundo sin un porque, ese amor-odio que habita en las relaciones de pareja est� plasmado claramente en algunos de sus temas m�s logrados: �C�mo explicarte que te quiero/ aunque te hiera sin motivo/ solo porque me va muy mal/ tan mal que a veces amor m�o/no tengo ganas de besarte...� (1968) o �Qu� absurdo es el amor /pienso al verme siempre aqu� / sin poder ir donde quiero/ con el mar cerca de mi�� (1968) Ha cantado y homenajeado a los artistas que lo han influenciado como Jacques Brel, Georges Brassens, Charles Aznavour, Gilbert B�caud, Georges Moustaki, Luigi Tenco, Sergio Endrigo, Gino Paoli, Claudio Baglioni, Riccardo Cocciante. Sin embargo y a pesar de frecuentar libremente tantos estilos y g�neros, nunca ha perdido su forma de decir, su manera de cantar tan italiana y tan emparentada con la �canzonetta� napolitana de su ciudad natal.
Ni�ez
Gian Franco, Carlo para los padres, nace en N�poles el 26 de julio de 1941. Sus padres Francesco y Anna y sus hermanos Antonio, Annamar�a y Sonya. A los 6 a�os comienza con sus estudios primarios en una escuela de monjas en la localidad de Bagnoli. Sus inclinaciones art�sticas comienzan a temprana edad, su habilidad en el dibujo y un o�do musical lo hacen popular en la escuela. En su familia era cosa de todos los d�as cantar canzonettas, como Tosca, La Boheme, Cavalleria Rusticana, I Pagliacci, O sole mio, Torna a Surriento. Sus padres ten�an previsto otro futuro para Carlo, quer�an que sea arquitecto, por su facilidad para el dibujo. Y �l cada vez se interesaba m�s por las artes.
Buscando America
Un d�a zarpan buscando otras tierras a bordo de un transatl�ntico m�tico en la historia de la emigraci�n italiana, el Conte Grande. Cruz� el Atl�ntico en 16 d�as. 16 d�as de mar, viento, l�grimas y una incipiente nostalgia que ser� su amiga para siempre. Al igual que el ilustre antepasado Cristoforo Colombo, la familia Pagliaro buscaba un nuevo continente, una tierra prometida, el atajo hacia un destino mejor: Am�rica� El inmenso barco, el mismo que Fellini tal vez imagin� para su filme E la nave va, amarr� en el puerto de Santos, Brasil. En Brasil, los Pagliaro permanecieron casi 2 a�os viviendo unos meses en San Paulo y el resto en R�o de Janeiro. En Brasil el padre de Gian Franco no encontr� su America, alguien le dijo que la Am�rica estaba en la Argentina. El padre no pudo hacer la Am�rica tampoco en la Argentina, se hab�a equivocado de continente. �Esta Am�rica del Sur no es la Am�rica del Norte - sol�a decir - aqu� no se habla ingles ni existe el d�lar.� A�n as� se quedaron. Se quedaron a "malincuore", con desgano, con el coraz�n en contra o a contramano del coraz�n. Un coraz�n que hab�a quedado en N�poles, a la orilla del Mare Nostrum, el Mediterr�neo, ese mar que luego aparece insistentemente en las canciones de Pagliaro. No estaba en los planes de Gian Franco cantar, el padre quer�a a toda costa un arquitecto en la familia. En realidad tampoco estaba en los planes de Gian Franco emigrar a esta parte del mundo y quedarse en Buenos Aires, hacer amigos porte�os, aprender un idioma que no conoc�a, enamorase por primera vez, comprometerse con el pa�s, con el continente latino americano, con los movimientos pol�ticos de entonces, con las utop�as, descubrir el tango y su parentesco con la canzonetta napolitana. No estaba en ning�n proyecto de la familia Pagliaro echar ra�ces en una tierra m�s "italiana" que su propia tierra. Cuando Gian Franco comenz� a cantar con su voz ronca y quebrada por tantas rupturas, tan solo quer�a cantar y dar rienda suelta a sus sentimientos. Y lo hizo en italiano, su idioma natal. Al quedarse en la Argentina decidi� cantar en castellano contra la voluntad de su pap�, quien sosten�a que al cantar en castellano, perd�a el encanto y las ventajas de la "incomprensi�n". Para el padre de Gian Franco, un hombre muy ir�nico, el �xito de los cantantes anglosajones consiste en que nadie los entiende. Iron�a a parte, el hecho de tener una vena mel�dica por su origen it�lico y el compromiso social que ya hab�a asumido, le provoc� a Pagliaro m�s de un dolor de cabeza.
Gian Franco Pagliaro lleg� a la Argentina a los 16 a�os. Luego de algunas aventuras �proletarias�, se inicia en el canto por insistencia de algunos amigos y por �la alergia que le causaba el trabajo y la mala remuneraci�n laboral�. La iron�a del Tano es hist�rica. Tano o Tana es el apodo que tienen en Argentina las personas de origen italiano.
La idea de regresar a Italia segu�a latente. Hab�a que continuar los estudios en italiano por si acaso... Pap� Francisco entonces contrata un profesor italiano: el �Professor Ginobili, licenciado en lengua italiana, literatura latina, griega, en filosof�a y en historia del arte. El encuentro con el profesor Ginobili fue fundamental en la vida y en la futura carrera de Gian Franco Pagliaro.
Comienzo cantabile exitoso
En 1965 su �ntimo amigo, Eduardo Costabile, le consigue un contrato en un piano bar. Otro amigo y cantante, Marty Cosens le consigue un contacto en la televisi�n y otro le presenta un personaje de la radio muy influyente. Vocaliza unos meses con un maestro de canto, luego algunos meses m�s con otro maestro y m�s tarde con un maestro de canto popular que le ense�a las trampitas de la respiraci�n. En 1967, el cantautor italiano Luigi Tenco se suicida durante el Festival de San Remo. Participaba con una canci�n �Ciao amore ciao�. El personaje influyente, Miguel �ngel Merellano, locutor de prestigio y un referente en la radiofon�a argentina, le propone grabar la canci�n que Luigi Tenco no hab�a registrado en los estudios. En pocas semanas, �Ciao amore ciao� en la voz de Gian Franco y cantada en italiano, se coloca al tope del ranking. En la grabadora le piden que siga grabando en italiano. Los artistas italianos estaban de moda y graba entonces canciones en su idioma natal de su autor�a con un contenido denso, profundo que muy pocos entend�an. �Pagliaro es un artista que nada contra la corriente. Transmite, con su particular y quebrada voz de bajo-bar�tono, calidez, ternura, profundidad, sinceridad con una sensibilidad desbordante. Lastima que no cante en espa�ol.� Comenta un periodista afamado. Mientras tanto el regreso a Italia se postergaba. Sigui� algunos temas m�s con la �mano italiana�, y comenz� a componer y grabar en castellano para las grandes multinacionales, �Otra vez en el mismo bar�, �Todos los barcos todos los p�jaros�, �Vendr�s con el mar las uvas y el sol� y pega duro, muy duro en toda America y es uno de los pocos cantantes en espa�ol que se escucha en los clubes nocturnos de moda en la Buenos Aires de los sesenta: Mau-Mau, Intime, Club 74, Sunset, Lirondel, Afrika, Gong y otros... En ese tiempo cantar en castellano era �vulgar� y �cursi�. El Tano se salvaba por su acento raro y su voz ronca como la mayor�a de los cantantes italianos. Adem�s sonaba a sincero, verdadero y original y con una propuesta nueva. En 1969 sale a la venta su primer �lbum en espa�ol: �Gian Franco Pagliaro en castellano�. �. El disco es un �xito de cr�tica y de p�blico. Pagliaro promete. Su voz cautiva. Su acento italiano vende. Tiene influencias de Charles Aznavour, Jacques Brel, Luigi Tenco, seg�n los cr�ticos, pero con un decir y un estilo propio y una personalidad que pisaba fuerte y que iba a pisar cada vez m�s fuerte en el universo musical argentino y latinoamericano.
Las cosas que me alejan de ti
El 23 de febrero de 1970 se casa con Elena Faccendini, la novia que crey� en �l y que, seg�n figura en una de sus biograf�as ir�nicas, la recompens� cas�ndose con ella para siempre. En Septiembre de 1970, gana por unanimidad de p�blico y jurado el IV Festival Buenos Aires de la Canci�n, con su tema �Las cosas que me alejan de ti�. Un tema anti-festivalero, un tema de amor y a la vez de denuncia, l�cido y emotivo, de tremendo impacto, un �xito que recorri� todo el continente americano y que en la voz del venezolano H�ctor Cabrera fue un hit sin precedentes en Venezuela. Un tema que hizo historia y que populariz� un g�nero, la canci�n de protesta, recluida hasta entonces en los reducidos �mbitos del Caf� Concert. Un tema que le dio a Gian Franco m�s dolores de cabeza que dividendos, m�s rechazo por parte de los medios de difusi�n que apoyo, un tema que cuestionaba y denunciaba la realidad social argentina, algo inaceptable para los colaboradores del gobierno militar del General Lanusse. Como si eso fuera poco, el dedo en la llaga lo pon�a un italiano, un extranjero. Era el colmo. Combatido por periodistas y cr�ticos obsecuentes que ya lo ten�an en la mira, prohibido por las dudas en unos cuantos programas de radio y televisi�n, Gian Franco se presenta al a�o siguiente, en el mismo Festival, con una canci�n m�s provocadora: Yo te nombro. La canci�n, que hab�a obtenido el m�ximo de los votos, es descalificada en la �ltima ronda despertando la ira de Pagliaro y del p�blico contra el jurado y se arma un esc�ndalo medi�tico tan grande que el Festival dej� de hacerse. �Un italiano que deja mal parada la imagen argentina en el mundo� - dec�an los diarios - �qu� verg�enza, qu� pensar�n de nosotros con estos ejemplos�. Las cr�ticas fueron lapidarias y de todos los costados. Adem�s del �xito y de la barba, comenzaba a crecerle la fama de rebelde, de loco talentoso, de irascible. Un peligro latente, un desorbitado f�cilmente vencido por el encono, capacitado para decir o hacer cualquier cosa, equivoc�ndose de cuerpo entero y gan�ndose una imagen que, desde entonces, es su mayor enemiga. Sin lugar a dudas es el artista con menos apariciones en los programas de la televisi�n argentina de estos �ltimos 30 a�os. Y uno de los m�s queridos y respetado por el p�blico. Un record digno de figurar en Libro Guinness. La Sociedad Argentina de Locutores amenaza con querellarlo por infamia y calumnias. En realidad hay quienes se inquietan o se irritan porque, a veces, la irreverencia de Pagliaro parece no reconocer inmunidades y alcanzar a todos, hasta a los que piensan fundamentalmente como �l. Eso lo llev� a convertirse en el porta estandarte de la canci�n de protesta en aquellos a�os de luchas y utop�as, el pensar en voz alta no era conveniente y Gian Franco lo hacia, pensaba en voz alta, tambi�n escrib�a y cantaba libremente. Hasta 1973 � cuando anuncia que, en adelante, cantar� s�lo temas de amor, promesa que cumple a medias -- Pagliaro posiciona su perfil contestatario, convirti�ndose en protagonista de un movimiento musical comprometido con las ra�ces, con lo pol�tico y los derechos del hombre: la nueva canci�n latinoamericana. Asiste y canta en cada festival, concierto, evento, organizado por los partidos proscriptos y organizaciones de derechos humanos. Honestamente, an�rquicamente, sin pertenecer a ning�n sector pol�tico, cultiva esa suerte de cancion�stica social. Canta para un p�blico que no lo toma, en el fondo, en serio (es un italiano sin partido); critica desde el escenario a ese mismo p�blico rozando a veces el territorio de la burla, por ejemplo con algunos temas desopilantes. Como el c�ustico �Guillermina Mart�nez Arana�, s�tira al infantilismo de la izquierda: �Guillermina Mart�nez Arana/la m�s chica de tres hermanas/antiolig�rquica y libertaria/intransigente y lapidaria/habla peste de la burgues�a/en cualquier bar confiter�a/ La burgues�a fue siempre traidora de la clase trabajadora/ argumenta dial�cticamente/ esta ni�a sabia y vehemente /que asiste a todos los recitales de canciones testimoniales....� y sobre todo una tarantela �Confesiones de un cantante de protesta�, especie de balance personal y sincero de esa etapa: �Un buen d�a, d�a de fiesta / en un acto de protesta / mand� a todos a la mierda / a los pobres y a la izquierda /pues estaba repodrido/ de andar siempre tan jodido/sin un mango en el bolsillo/ al igual que un poligrillo/Por cantar ciertas canciones/ que escrib� sin pretensiones/ me pelee con todo el mundo/ como un perro vagabundo/ me pelee con los vecinos/ y tambi�n con mis amigos/ que no hacen un carajo/ si el pa�s se viene abajo/ con mi suegro peronista/ que odia a todos los marxistas/ y con los ultraizquierdistas que odian a los comunistas/ con todos los comunistas que odian a primera vista��
Yo te nombro, Paul �luard y Neruda
Con el tiempo �Yo te nombro� o si prefieren, �Yo te nombro Libertad�, se convertir�a en una de las canciones m�s emblem�ticas de los setenta y la m�s utilizada por los partidos de izquierda y organizaciones revolucionarias en las paginas Web y tambi�n la m�s cantada: �por el p�jaro enjaulado/por el pez en la pecera/por mi amigo que est� preso/por ha dicho lo que piensa/yo te nombro Libertad...� Grabada por Nacha Guevara, Sanampay, C�sar Isella, Reincidentes, Quilapay�n, Savia Nueva, Suram�rica, Iris Chac�n, Isabel Aldunate y otros, esta canci�n, por motivos nunca aclarados por nadie y por una manifiesta ignorancia de muchos artistas e intelectuales, es atribuida generalmente al poeta franc�s Paul �luard, quien, en 1942, escribi� un poema, Libertad, que los ingleses lanzaron sobre Paris ocupada por los nazis. La confusi�n se debe a que un periodista del diario La Opini�n, muy influyente en aquellos a�os, Jorge Andr�s, escribi� en 1971 un comentario sobre el Festival y el esc�ndalo que hab�a provocado Gian Franco con su actitud revoltosa. Del tema Yo te nombro dijo que tenia reminiscencias del poema Libertad, de Paul �luard. Cuando Nacha Guevara, en ese entonces esposa del arreglador de Pagliaro, Alberto Favero, grab� la canci�n durante su exilio en Espa�a, hizo figurar en los cr�ditos del disco que Yo te nombro estaba basada en un poema de Eluard. La canci�n dio la vuelta al mundo. En Chile la cantante Isabel Aldunate la grab� adjudic�ndole la autoria de la letra a Pa�l Eluard y la m�sica a Pagliaro. Desde entonces la canci�n de Pagliaro navega por Internet de portal en portal, de p�gina en p�gina con el nombre de Pa�l Eluard en popa. Podr�a decirse que el poema m�s famoso de Eluard que circula por Internet lo escribi� Gian Franco Pagliaro y no es una iron�a.
En el verano de 1971 conoce en Buenos Aires a Pablo Neruda, quien, desde su Isla Negra, lo hab�a autorizado a musicalizar sus poemas. En una apurada reuni�n organizada por la [[Sociedad Argentina De Escritores, Gian Franco le canta al vate y a su compa�era Matilde Urrutia algunos de los poemas musicalizados: Desnuda eres tan simple� Farewell y El nuevo soneto a Helena. De ese encuentro nace un �lbum prohibido por el gobierno militar de entonces y alabado por toda la critica, hoy por hoy convertido en un disco de culto: �Peque�a Antolog�a Po�tica a Pablo Neruda�. El primer �lbum dedicado totalmente al gran poeta chileno y a sus obras. Este disco cont� con la especial colaboraci�n en los arreglos musicales y en el piano de un m�sico de excepci�n, Alberto Favero y de los mejores instrumentistas argentinos de la �poca: Cacho Tirao en guitarra, Bernardo Baraj en saxo, Jos� Bragato en cello, Antonio Yepes en percusi�n, Jorge Gonzales en contrabajo, Guelfo Nalli en corno, Roberto di Filippo en oboe, Chachi Ferreira en flauta, Irene Sopezak en viola, Kirkiris Panagiotis y Fernando Favero en violines. �...Gian Franco Pagliaro desde Buenos Aires canta los poemas de Neruda con exquisitez, con sentimientos, con fervor. Porque no solo se trata de la candente belleza intr�nseca de los textos, seleccionados entre los mejores del gran poeta chileno, sino que Pagliaro con perfecta dicci�n castellana los entrega en algo que se convierte a su vez en una autentica muestra de sentimientos y de sensibilidad y en una muy alta expresi�n que vale por si sola como otra especie de poes�a extra�amente desvinculada de lo que se le escucha� � comentaba el eximio periodista Cesar Magrini del Cronista Comercial el 5 de abril del 72 a prop�sito de los versos de La uvas y el viento, Extravagario, Cien sonetos de amor, El habitante y su esperanza, Veinte poemas de amor y una canci�n desesperada, Crepusculario seleccionados por Pagliaro para su disco antol�gico.
El 9 de diciembre del mismo a�o, 1971 nace su primera hija, Sonya Melisanda, dos a�os m�s tarde nace la segunda hija, Laura.
Canci�n para Chile
El 23 de agosto 1973, Augusto Pinochet fue confirmado como jefe del Ej�rcito por Salvador Allende, a quien jur� lealtad, pero s�lo por 18 d�as, ya que el 11 de septiembre del mismo a�o encabez� el golpe de Estado e inaugur� una dictadura de 17 a�os (1973-1990). Augusto Pinochet desat� un sistema de terror en el pa�s, con la colaboraci�n de la Direcci�n de Inteligencia Nacional comandada por el coronel, m�s tarde general, Manuel Contreras. Con esto, decenas de miles de personas fueron privadas de libertad y sometidas a tratos de extrema brutalidad, no menos de cuatro mil fueron v�ctimas de ejecuciones sumarias. Hubo manifestaciones en contra del golpe en todo el mundo. En la Argentina se organizaban festivales contra Pinochet en cada teatro, en cada calle. La gente cantaba consignas muy combativas y muy emotivas: �Se siente, se siente/ Allende est� presente/ hermano chileno no bajes la bandera/ que aqu� estamos dispuestos a cruzar la cordillera�. Gian Franco recogi� esas consignas, las orden�, las musicalizo y naci� Canci�n para Chile, grabada luego por �l y el conjunto musical Folk 4. Esta canci�n fue s�per difundida clandestinamente desde Mosc� y Cuba y cantada en todos los actos de repudio al r�gimen militar de Pinochet. Los fondos recaudados por la venta del disco fueron donados a la resistencia chilena tramite el Comachi, (Comisi�n de ayuda a Chile). Pagliaro fue naturalmente prohibido en Chile. Cinco a�os despu�s en Buenos Aires, 1978, Daniel Chanal, integrante de Folk 4, su mujer Ver�nica, el hermano de su mujer, la novia del hermano de su mujer, fueron secuestrados y desaparecidos.
So�ar so�ar
Para 1974 Gian Franco es, a pesar de las prohibiciones, de sus propios desmanes, de su personalidad pol�mica e impulsiva y de la censura, un cantautor de gran fama, exitoso y un referente y protagonista de la m�sica argentina de esos a�os que se debat�a entre lo comercial y el compromiso, entre la canci�n pasatista y la canci�n de protesta.
TODOS LOS BARCOS, VENDRAS CON EL MAR, LAS COSAS QUE ME ALEJAN DE TI, YO TE NOMBRO LIBERTAD, AMIGOS MIOS ME ENAMORE, NO TE VAYAS ENTOCES, SI ME OLVIDAS TE OLVIDO, LA BALADA DEL BOLUDO, son algunos de los temas que le han dado fama y respeto. Artistas de variado g�neros y estilos como Iva Zanicchi, Nacha Guevara, Leonardo Favio, Sandro, Enrique Guzm�n, H�ctor Cabrera, Jairo, Wilkins, Sergio Denis, Sanampay, Quilapay�n, Los de Siempre, Savia Nueva, Carlos Torres Vila, Miguel �ngel Robles, La Mona Jim�nez, Reincidentes, entre otros, han grabado sus canciones.
En 1976 su amigo Leonardo Favio, uno de los m�s importantes cantautores y directores de cine de Argentina y America Latina, lo convence a filmar bajo sus ordenes y al lado de Carlos Monz�n, campe�n mundial de los medianos, �So�ar So�ar �, considerada hoy una pel�cula de culto. El filme de Favio se estren� durante el rechazo casi un�nime al peronismo de Isabel Per�n y su ministro Jos� L�pez Rega a quien se le atribuye la creaci�n de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y unos d�as despu�s del golpe militar del 76. Dur�, era previsible, una semana en cartel.
La tragedia
Tampoco pod�a saber ni imaginarse la tragedia que se acercaba a pleno sol durante el verano del 1977. En efecto, el 10 de mayo de 1977, Laura, de tres a�os y medio, la segunda hija de Pagliaro es internada en el Hospital de Ni�os por un simple dolor de cabeza. Le descubren un tumor, es benigno pero de dif�cil acceso. La operaci�n es un �xito sin embargo la ni�a no sobrevive. Toda la familia Pagliaro cae en un profundo pozo de depresi�n. Fue un golpe tan fuerte como del odio de Dios, hubiese dicho Cesar Vallejos. Aun as�, en medio de tanto inesperado e insoportable dolor, al poco tiempo Gian Franco por razones econ�micas y contractuales tiene que viajar a Venezuela. En Caracas un coche se lo lleva por delante. La suerte estaba echada. La fatalidad buscada y encontrada. Queda tirado en la calle con fracturas m�ltiples. Lo llevan a una cl�nica donde lo tratan 2 meses. Regresa a casa en octubre de 1977 en silla de rueda. El 4 de septiembre de 1978 nace la tercera hija, Carla Rosal�a, un peque�o y potente sol que ilumina nuevamente el oscuro cielo de todos los Pagliaro, menos la negrura perversa del Operativo Claridad.
La vieja costumbre de triunfar a contramano
Del 76 al 79 Gian Franco Pagliaro, estuvo viajando, cantando, exili�ndose y accidentadose por America. En 1976 un tema suyo Todos los barcos, grabado en 1970, es un hit en America y permanece 17 semanas en los primeros puestos del ranking venezolano. Ese mismo a�o graba una canci�n aleg�rica sobre el �xodo de los argentinos No te vayas entonces, y pega fuerte. Todos ten�an ganas de irse a otro lugar. �No te vayas amor m�o /qu�date un poquito m�s /este mal tiempo no es eterno/ pasar� ya lo veras�� El mal tiempo militar dur� en Argentina hasta 1983. Los militares pierden la guerra de Malvinas en 1982 contra los ingleses. Llaman a elecciones presidenciales y el radical Ra�l Alfons�n triunfa por mayor�a de votos, inaugurando una anhelada vida democr�tica. En plena democracia algunos le cuestionan a Pagliaro el enorme �xito obtenido en 1979, durante la dictadura, con una canci�n de la cantautora espa�ola, Cecilia. La canci�n, �Un ramito de violetas�, inici� una nueva d�cada de sucesos ininterrumpidos y giras por todo el continente americano que perdura hasta ahora y que prepar� el terreno para el �ltimo gran �xito de cr�tica y de p�blico de Gian Franco Pagliaro: discos de poemas de su autoria y de sus poetas preferidos, dichos o declamados por �l mismo. Despu�s de �meter unos cuantos viejos y nuevos golazos� como Amigos m�os me enamore, No te vayas entonces, Si me olvidas te olvido, Este amor desordenado, Todos los barcos todos los p�jaros, La balada del boludo, Yo te nombro, El extranjero, el cl�sico de Georges Moustaki, Gian Franco en 1998 graba para Discos Fuentes de Colombia, un �lbum de poemas recitados. Textos po�ticos de su autoria. Pensamientos inconfesables en voz alta, seg�n sus propias palabras. Aunque a el no le gusta que le digan declamador ni poeta, es para los millones de personas que visitan sus videos en YouTube el que tiene una de las mejores voces para recitar, el menos afectado, el m�s natural y uno de los poetas mas le�dos en los blogs. En 1999, Amante m�a, el primer �lbum de poemas para la disquera colombiana se coloca imprevistamente y a despecho del marketing, al tope del ranking convirti�ndose en el disco m�s vendido del a�o. Le siguieron Poemas ciudadanos y 20 Poemas de amor y desamor, con poes�as de Pablo Neruda, Walt Whitman, Jaime Sabines, Oliverio Girondo, Fernando del Paso, Porfirio Barba Jacob, entre otros. Una vez m�s Pagliaro triunfa a contramano: vende poes�as, palabras, silencios y pausas, en el pa�s de la Salsa y del vallenato, en la tierra de la cumbia y del baile. En Medell�n agota las entradas en 3 d�as. Recorre Cali, Manizales, Armenia, Pereira, Tulu�, Popay�n, Barranquilla, Cartagena y finalmente Bogot�. �Podr�a pensarse, en un primer momento, que es un giro radical este de Gian Franco Pagliaro, pues considerado desde hace rato como cantante comprometido o de protesta, viene, en sus �ltimos trabajos, con melod�as de corte rom�ntico, desde baladas hasta boleros y, ahora, en estos �ltimos �lbumes, un material definitivo: poes�as de su propia cosecha (yo dir�a m�s su prosa po�tica). Sin embargo, no est�n tan lejos la protesta y la poes�a. Se tocan, y no precisamente de una manera tangencial, pues maneja una misma materia prima: la palabra, la misma que puede tomar forma de dardo e ir contra un sistema de gobierno o una sociedad manipulada, o puede ser caricia o confesi�n y entonces el tono deviene po�tico. Comparten, adem�s, otra caracter�stica, lo contestatario y lo po�tico: la subversi�n, el ir contra lo establecido, atreverse a decir lo que no deber�a. Pagliaro es consecuente entonces. No hay fisuras en su trabajo: fiel a aquello en lo que cree, la palabra alada, que cuestiona lo social o le canta al amor. Aqu�, en sus textos, Gian Franco hace gala de una musicalidad que comienza en las expresiones cotidianas pero se eleva para decir algo que no es sencillo ni complicado, sino las dos cosas al mismo tiempo, algo que no tiene nada de trascendental pero que puede cambiar los esquemas de nuestras vidas, algo, en fin, que sin ser palanca mueve el universo��Comentaba sobre la obra de Pagliaro la critica colombiana, Magnolia Ram�rez. �El cantor es la memoria, - escrib�a en El Colombiano, Reinaldo Spitaletta, - es la tierra que camina, el recuerdo de lo que ser�. El poeta es tal vez el �ltimo hombre de un mundo paleol�tico, y el primero en alertar acerca de la vigencia de los sue�os. Sigamos nombrando la libertad. El canto contin�a. Gian Franco tambi�n.
Autor: Wikipedia
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