Letra de El Bolicho - Orlando Vera Cruz
Letra de canci�n de El Bolicho de Orlando Vera Cruz lyrics
Cerr� tanquera a mis campos
sin quererlos recorrer,
apagu� mi estreller�a
y al bolicho me largu�.
�Qu� m�s le queda al paisano
sino el calor de esa aguada!.
Teatro, circo, risa, almohada
de vinos y de ginebra,
donde la vida est� en quiebra
y el alma est� envenenada.
En la raya del camino
es una espera su puerta,
es silenciosa su oferta
y el due�o �e la estanter�a
se enanca a la polic�a
con trago y cuentas abiertas.
Por algo se va al bolicho:
por carta, copa o amigo;
pa� buscar un enemigo,
pa� fantasear de cantor,
p� hacer un temple �e primor,
pa� juir de un pensar testigo.
Se va pa� mentir de gusto,
pa� fundamentar tristeza,
pa� olvidarse �e la pobreza,
pa� abrazarse a la ilusi�n,
pa� pagarle a la reuni�n
o achicarse en una mesa.
Farol p� alumbrar los vicios,
mostrador de mosca y tierra;
copas que le hacen la guerra
a lo que llaman higiene,
indio pechando al que viene
y criollo puteando ande erra.
Hueso, carta, copa y humo,
sombrero que se requinta,
melena echando su tinta
sobre el charco de una mesa,
una discusi�n que empieza
y una orejada que pinta.
Por �hi revienta una apuesta
se cuentan cosas de estancias,
furias, marcas y distancias,
rodeos y marcaciones,
las gracias de unos patrones
la luz mala �e la ignorancia.
Parece patito �e lluvia
la escupida contra el suelo;
entra enlutado un pa�uelo,
sale otro agach�ndose,
se encuentran mir�ndose
y hasta en el aire est� el duelo.
Perros al lao de los due�os,
rebenques colgaos a sillas,
gente que llega �e las trillas,
rastra que vueltea atascada
con la plata �e las nutriadas
que asegura la presilla.
Al bolichero �e pasada
la bola �el ojo le brilla.
Sardina, galleta, vino,
queso, dulce de batata,
un probarse de alpargatas
y una provista achicada
porque ha ido mal la jugada
y eso lo ignora su �ata.
Templa su queja guitarra,
firuletea un acorde�n,
https://www.coveralia.com/letras/el-bolicho-orlando-vera-cruz.php
hay que cerca el mont�n
pararle rodeo a los reales.
Est� plagao de mensuales
y est� contento el patr�n.
-�Una chamarrita, don!
-�M�tale polca, Rosales!
El loro del almanaque
mira como ri�ndose:
�Estamos a fin de mes,
chupen tranquilos los mozos
porque� est� creciendo el pozo
y hay damajuanas de a diez�.
El loro parece un juez
lleno de vidrios vistosos.
-�Otra vuelta�!
-�Seis potrillos!
-�No bautice� si no es cura!
-Yo vendo bebida pura,
se lo puedo garantir.
Y el loro se hacha a reir:
�Caradura� caradura!
Un pasao que se hace rastra
desoye a los compa�eros;
bufa afuera un parejero,
llega en volanta una carga,
y hasta la guitarra alarga
pa� ver pierna, el clavijero.
Balancita trampeadora,
esta�o aquerenciador,
deste�ido mostrador,
lechera, astucia, madeja,
artima�a �e comadreja
y el ojo de carancheador.
Vos empe�as un cuchillo
como bolsique�s mamaos;
tu est�mago est� curao,
es un buche de avestruz,
y naco que busca luz
all� queda encajonao.
Botones, chafalonias,
cuerdas, bombachas, sombreros,
pilas, focos, li�as, cueros
con anilina te�idos,
un �marca sol� garantido
y a lengua seca, un talero.
De cuando en cuando, un vestido,
y arriba, un picanillero.
Andarivel pa� carreras
de los cr�ditos del pago,
pasteles fondeaos a tragos,
humito de asao constante,
tir�s siempre pa� adelante
como morisqueta �e mago.
Cuando todo est� en silencio
desconfiao el bolichero
manotea el candelero
y tiembla al lao del caj�n,
sudando a cada mont�n
en un descanso de hachero.
Por una hendija, el lucero
le tira su patac�n.
Palenque, manea, coyunda,
re�idero del valor,
taba que calza el honor
en la mentira de un vino,
la excusa del asesino,
la querencia del traidor.
Bolicho, un llanto argentino
cae sobre tu mostrador.
sin quererlos recorrer,
apagu� mi estreller�a
y al bolicho me largu�.
�Qu� m�s le queda al paisano
sino el calor de esa aguada!.
Teatro, circo, risa, almohada
de vinos y de ginebra,
donde la vida est� en quiebra
y el alma est� envenenada.
En la raya del camino
es una espera su puerta,
es silenciosa su oferta
y el due�o �e la estanter�a
se enanca a la polic�a
con trago y cuentas abiertas.
Por algo se va al bolicho:
por carta, copa o amigo;
pa� buscar un enemigo,
pa� fantasear de cantor,
p� hacer un temple �e primor,
pa� juir de un pensar testigo.
Se va pa� mentir de gusto,
pa� fundamentar tristeza,
pa� olvidarse �e la pobreza,
pa� abrazarse a la ilusi�n,
pa� pagarle a la reuni�n
o achicarse en una mesa.
Farol p� alumbrar los vicios,
mostrador de mosca y tierra;
copas que le hacen la guerra
a lo que llaman higiene,
indio pechando al que viene
y criollo puteando ande erra.
Hueso, carta, copa y humo,
sombrero que se requinta,
melena echando su tinta
sobre el charco de una mesa,
una discusi�n que empieza
y una orejada que pinta.
Por �hi revienta una apuesta
se cuentan cosas de estancias,
furias, marcas y distancias,
rodeos y marcaciones,
las gracias de unos patrones
la luz mala �e la ignorancia.
Parece patito �e lluvia
la escupida contra el suelo;
entra enlutado un pa�uelo,
sale otro agach�ndose,
se encuentran mir�ndose
y hasta en el aire est� el duelo.
Perros al lao de los due�os,
rebenques colgaos a sillas,
gente que llega �e las trillas,
rastra que vueltea atascada
con la plata �e las nutriadas
que asegura la presilla.
Al bolichero �e pasada
la bola �el ojo le brilla.
Sardina, galleta, vino,
queso, dulce de batata,
un probarse de alpargatas
y una provista achicada
porque ha ido mal la jugada
y eso lo ignora su �ata.
Templa su queja guitarra,
firuletea un acorde�n,
https://www.coveralia.com/letras/el-bolicho-orlando-vera-cruz.php
hay que cerca el mont�n
pararle rodeo a los reales.
Est� plagao de mensuales
y est� contento el patr�n.
-�Una chamarrita, don!
-�M�tale polca, Rosales!
El loro del almanaque
mira como ri�ndose:
�Estamos a fin de mes,
chupen tranquilos los mozos
porque� est� creciendo el pozo
y hay damajuanas de a diez�.
El loro parece un juez
lleno de vidrios vistosos.
-�Otra vuelta�!
-�Seis potrillos!
-�No bautice� si no es cura!
-Yo vendo bebida pura,
se lo puedo garantir.
Y el loro se hacha a reir:
�Caradura� caradura!
Un pasao que se hace rastra
desoye a los compa�eros;
bufa afuera un parejero,
llega en volanta una carga,
y hasta la guitarra alarga
pa� ver pierna, el clavijero.
Balancita trampeadora,
esta�o aquerenciador,
deste�ido mostrador,
lechera, astucia, madeja,
artima�a �e comadreja
y el ojo de carancheador.
Vos empe�as un cuchillo
como bolsique�s mamaos;
tu est�mago est� curao,
es un buche de avestruz,
y naco que busca luz
all� queda encajonao.
Botones, chafalonias,
cuerdas, bombachas, sombreros,
pilas, focos, li�as, cueros
con anilina te�idos,
un �marca sol� garantido
y a lengua seca, un talero.
De cuando en cuando, un vestido,
y arriba, un picanillero.
Andarivel pa� carreras
de los cr�ditos del pago,
pasteles fondeaos a tragos,
humito de asao constante,
tir�s siempre pa� adelante
como morisqueta �e mago.
Cuando todo est� en silencio
desconfiao el bolichero
manotea el candelero
y tiembla al lao del caj�n,
sudando a cada mont�n
en un descanso de hachero.
Por una hendija, el lucero
le tira su patac�n.
Palenque, manea, coyunda,
re�idero del valor,
taba que calza el honor
en la mentira de un vino,
la excusa del asesino,
la querencia del traidor.
Bolicho, un llanto argentino
cae sobre tu mostrador.