Letra de El Gaucho - Victor Heredia
Letra de canci�n de El Gaucho de Victor Heredia lyrics
Hijo de alg�n conf�n de la llanura
Abierta, elemental, casi secreta,
Tiraba el firme lazo que sujeta
Al firme toro de cerviz oscura.
Se bati� con el indio y con el godo,
Muri� en reyertas de baraja y taba;
Dio su vida a la patria, que ignoraba,
Y as� perdiendo, fue perdiendo todo.
Hoy es polvo de tiempo y de planeta;
Nombres no quedan, pero el nombre dura.
Fue tantos otros y hoy es una quieta
Pieza que mueve la literatura.
Fue el matrero, el sargento y la partida.
Fue el que cruz� la heroica cordillera.
Fue soldado de Urquiza o de Rivera,
Lo mismo da. Fue el que mat� a Laprida.
Dios le quedaba lejos. Profesaron
https://www.coveralia.com/letras/el-gaucho-victor-heredia.php
La antigua fe del hierro y del coraje,
Que no consiente s�plicas ni gaje.
Por esa fe murieron y mataron.
En los azares de la montonera
Muri� por el color de una divisa;
Fue el que no pidi� nada, ni siquiera
La gloria, que es estr�pito y ceniza.
Fue el hombre gris que, oscuro en la pausada
Penumbra del galp�n, sue�a y matea,
Mientras en el oriente ya clarea
La luz de la desierta madrugada.
Nunca dijo: soy gaucho. Fue su suerte
No imaginar la suerte de los otros.
No menos ignorante que nosotros,
No menos solitario, entr� en la muerte.
Abierta, elemental, casi secreta,
Tiraba el firme lazo que sujeta
Al firme toro de cerviz oscura.
Se bati� con el indio y con el godo,
Muri� en reyertas de baraja y taba;
Dio su vida a la patria, que ignoraba,
Y as� perdiendo, fue perdiendo todo.
Hoy es polvo de tiempo y de planeta;
Nombres no quedan, pero el nombre dura.
Fue tantos otros y hoy es una quieta
Pieza que mueve la literatura.
Fue el matrero, el sargento y la partida.
Fue el que cruz� la heroica cordillera.
Fue soldado de Urquiza o de Rivera,
Lo mismo da. Fue el que mat� a Laprida.
Dios le quedaba lejos. Profesaron
https://www.coveralia.com/letras/el-gaucho-victor-heredia.php
La antigua fe del hierro y del coraje,
Que no consiente s�plicas ni gaje.
Por esa fe murieron y mataron.
En los azares de la montonera
Muri� por el color de una divisa;
Fue el que no pidi� nada, ni siquiera
La gloria, que es estr�pito y ceniza.
Fue el hombre gris que, oscuro en la pausada
Penumbra del galp�n, sue�a y matea,
Mientras en el oriente ya clarea
La luz de la desierta madrugada.
Nunca dijo: soy gaucho. Fue su suerte
No imaginar la suerte de los otros.
No menos ignorante que nosotros,
No menos solitario, entr� en la muerte.