Letra de El Hombre Del Piano - Stafas
Letra de canci�n de El Hombre Del Piano de Stafas lyrics
Esta es la historia de un s�bado
de no importa que mes,
y de un hombre sentado al piano
de no importa que viejo caf�.
Toma el vaso y le tiemblan las manos,
apestando entre humo y sudor,
y se agarra a su tabla de naufrago
volviendo a su eterna canci�n.
Toca otra vez, viejo perdedor,
haces que me sienta bien,
es tan triste la noche que tu canci�n
sabe a derrota y a miel.
Cada vez que el espejo en la pared
le devuelve m�s joven la piel,
se le encienden los ojos y su ni�ez
viene a tocar junto a �l.
Pero siempre hay borrachos con babas, que le recuerdan quien fue,
el m�s joven maestro al piano
https://www.coveralia.com/letras/el-hombre-del-piano-stafas.php
vencido por una mujer.
Ella siempre temi� echar ra�ces,
que pudieran sus alas cortar
y en la jaula metida, la vida se le iba
y quiso sus fuerzas probar.
No lamenta que de malos pasos,
aunque nunca desea su mal,
pero a ratos, con furia, golpea el piano y algunos que le han visto llorar.
El micr�fono huele a cerveza
y el calor se podr�a cortar,
solitarios oscuros, buscando pareja
apur�ndose un s�bado m�s.
Hay un hombre aferrado a un piano
la emoci�n empapada en alcohol,
y una voz que le dice: "pareces cansado, y aun, no salido ni el sol".
de no importa que mes,
y de un hombre sentado al piano
de no importa que viejo caf�.
Toma el vaso y le tiemblan las manos,
apestando entre humo y sudor,
y se agarra a su tabla de naufrago
volviendo a su eterna canci�n.
Toca otra vez, viejo perdedor,
haces que me sienta bien,
es tan triste la noche que tu canci�n
sabe a derrota y a miel.
Cada vez que el espejo en la pared
le devuelve m�s joven la piel,
se le encienden los ojos y su ni�ez
viene a tocar junto a �l.
Pero siempre hay borrachos con babas, que le recuerdan quien fue,
el m�s joven maestro al piano
https://www.coveralia.com/letras/el-hombre-del-piano-stafas.php
vencido por una mujer.
Ella siempre temi� echar ra�ces,
que pudieran sus alas cortar
y en la jaula metida, la vida se le iba
y quiso sus fuerzas probar.
No lamenta que de malos pasos,
aunque nunca desea su mal,
pero a ratos, con furia, golpea el piano y algunos que le han visto llorar.
El micr�fono huele a cerveza
y el calor se podr�a cortar,
solitarios oscuros, buscando pareja
apur�ndose un s�bado m�s.
Hay un hombre aferrado a un piano
la emoci�n empapada en alcohol,
y una voz que le dice: "pareces cansado, y aun, no salido ni el sol".