Letra de El Ni�o Yuntero - Serrat
Letra de canci�n de El Ni�o Yuntero de Serrat lyrics
Carne de yugo, ha nacido
m�s humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre esti�rcol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja y ya encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta,
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus a�os no sabe
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvias y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bru�ido,
con una ambici�n de muerte
https://www.coveralia.com/letras/el-nino-yuntero-serrat.php
despedaza un pan re�ido.
Cada nuevo d�a es
m�s ra�z, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como ra�z se hunde
en la tierra lentamente,
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este ni�o hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qu� es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
�Qui�n salvar� a ese chiquillo
menor que un grano de avena?
�De d�nde saldr� el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del coraz�n
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido ni�os yunteros.
m�s humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre esti�rcol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja y ya encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta,
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus a�os no sabe
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvias y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bru�ido,
con una ambici�n de muerte
https://www.coveralia.com/letras/el-nino-yuntero-serrat.php
despedaza un pan re�ido.
Cada nuevo d�a es
m�s ra�z, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como ra�z se hunde
en la tierra lentamente,
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este ni�o hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qu� es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
�Qui�n salvar� a ese chiquillo
menor que un grano de avena?
�De d�nde saldr� el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del coraz�n
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido ni�os yunteros.