Letra de La Bella Y El Metro - Serrat
Letra de canci�n de La Bella Y El Metro de Serrat lyrics
Entre el infierno y el cielo,
galopando entre tinieblas
de la periferia al centro
del centro a la periferia,
el metro.
Con ojos de sue�o viene
cruzando la madrugada;
regresar� a medianoche
con el alma fatigada,
el metro.
Cargando arriba y abajo
�ntimos desconocidos,
amaneceres y ocasos
con direcci�n al olvido.
Por sus arterias discurre
presurosa humanidad,
el alimento que engorda
la ciudad.
De reojo se miran,
de lejos se tocan,
se huelen, se evitan,
se ignoran, se rozan;
y en el traqueteo
del vag�n hipn�tico
cada quien se inventa
la suerte del pr�jimo.
El escritor ve lectores,
el diputado, carnaza;
el mos�n ve pecadores,
y yo veo a esa muchacha
del metro.
Los carteristas ven primos,
los banqueros ven morosos,
el casero ve inquilinos
y la pasma, sospechosos
en el metro.
El general ve soldados;
https://www.coveralia.com/letras/la-bella-y-el-metro-serrat.php
juanetes, el pedicuro;
la comadrona, pasado;
el enterrador, futuro.
La bella ve que la miran,
y el feo ve que no est�
solo en este mundo que
viene y va.
La bella se deja
mirar mientras mira
la nada que pasa
por la ventanilla.
Distante horizonte
de cristal de roca,
ajena y silente
flor de mi derrota.
El revisor ve billetes;
el sacamuelas ve dientes,
el carnicero, filetes;
y la ramera, clientes
en el metro.
Los avaros ven mendigos,
los mendigos ven avaros;
los caballeros, se�oras;
las se�oras, tipos raros
en el metro.
El autor ve personajes,
el zapatero ve pies;
el sombrerero, cabezas;
el peluquero, tup�s.
Los m�dicos ven enfermos,
los camareros, caf�s;
yo s�lo la veo a ella:
la bella,
la bella,
la bella que no me ve.
galopando entre tinieblas
de la periferia al centro
del centro a la periferia,
el metro.
Con ojos de sue�o viene
cruzando la madrugada;
regresar� a medianoche
con el alma fatigada,
el metro.
Cargando arriba y abajo
�ntimos desconocidos,
amaneceres y ocasos
con direcci�n al olvido.
Por sus arterias discurre
presurosa humanidad,
el alimento que engorda
la ciudad.
De reojo se miran,
de lejos se tocan,
se huelen, se evitan,
se ignoran, se rozan;
y en el traqueteo
del vag�n hipn�tico
cada quien se inventa
la suerte del pr�jimo.
El escritor ve lectores,
el diputado, carnaza;
el mos�n ve pecadores,
y yo veo a esa muchacha
del metro.
Los carteristas ven primos,
los banqueros ven morosos,
el casero ve inquilinos
y la pasma, sospechosos
en el metro.
El general ve soldados;
https://www.coveralia.com/letras/la-bella-y-el-metro-serrat.php
juanetes, el pedicuro;
la comadrona, pasado;
el enterrador, futuro.
La bella ve que la miran,
y el feo ve que no est�
solo en este mundo que
viene y va.
La bella se deja
mirar mientras mira
la nada que pasa
por la ventanilla.
Distante horizonte
de cristal de roca,
ajena y silente
flor de mi derrota.
El revisor ve billetes;
el sacamuelas ve dientes,
el carnicero, filetes;
y la ramera, clientes
en el metro.
Los avaros ven mendigos,
los mendigos ven avaros;
los caballeros, se�oras;
las se�oras, tipos raros
en el metro.
El autor ve personajes,
el zapatero ve pies;
el sombrerero, cabezas;
el peluquero, tup�s.
Los m�dicos ven enfermos,
los camareros, caf�s;
yo s�lo la veo a ella:
la bella,
la bella,
la bella que no me ve.