Letra de La Casada - Las Pastillas Del Abuelo
Letra de canci�n de La Casada de Las Pastillas Del Abuelo lyrics
Ella ganaba bien, como telefonista,
yo laburaba mal, y ganaba peor.
Yo ten�a el primer papel, y ella el de protagonista,
de la historia m�s triste de todas las de amor.
La fich� desde lejos, moviendo su cintura,
y al ritmo de su cuerpo mi mirada bail�
se romp�an los espejos reflejando su hermosura
se romp�an los esquemas de mi pobre coraz�n.
Dichoso si es que existe el due�o de esta perla,
de esta obra de arte, de esta boca de miel,
le dije y ah� nom�s a pesar que exist�a
ni papel ni biromes: derechito al hotel.
Supe que era casada con problemas de pareja
y que no soportaba gente de mal humor,
supe que enloquec�a con los besos en la oreja
que en la cama y desnuda baila mucho mejor.
Ella le ca�a bien a todos mis sentidos,
https://www.coveralia.com/letras/la-casada-las-pastillas-del-abuelo.php
salvo cuando el marido era el tema de hablar,
cuando su confesi�n lastim� mis o�dos
me dije no la escuches, no te ahogues en su mar.
Yo abr� de par en par las puertas de mi alma
y dej� que saliera mi secreto peor,
disimulando lo triste y conservando la calma
le dije "aunque no creas, estoy buscando amor".
Nos rendimos los dos a fingir como tontos
que yo era su marido y que ella era mi mujer
pero al cabo de un tiempo yo no quer�a ser su esposo,
ella quiso volver a ser la dama infiel.
Ahora ella est� feliz, volvi� con el idiota,
yo recorro las calles buscando otra mujer,
y aprend� que mentirse tiene patas muy cortas
que siempre la costumbre va a matar al placer,
va a matar al placer.
yo laburaba mal, y ganaba peor.
Yo ten�a el primer papel, y ella el de protagonista,
de la historia m�s triste de todas las de amor.
La fich� desde lejos, moviendo su cintura,
y al ritmo de su cuerpo mi mirada bail�
se romp�an los espejos reflejando su hermosura
se romp�an los esquemas de mi pobre coraz�n.
Dichoso si es que existe el due�o de esta perla,
de esta obra de arte, de esta boca de miel,
le dije y ah� nom�s a pesar que exist�a
ni papel ni biromes: derechito al hotel.
Supe que era casada con problemas de pareja
y que no soportaba gente de mal humor,
supe que enloquec�a con los besos en la oreja
que en la cama y desnuda baila mucho mejor.
Ella le ca�a bien a todos mis sentidos,
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salvo cuando el marido era el tema de hablar,
cuando su confesi�n lastim� mis o�dos
me dije no la escuches, no te ahogues en su mar.
Yo abr� de par en par las puertas de mi alma
y dej� que saliera mi secreto peor,
disimulando lo triste y conservando la calma
le dije "aunque no creas, estoy buscando amor".
Nos rendimos los dos a fingir como tontos
que yo era su marido y que ella era mi mujer
pero al cabo de un tiempo yo no quer�a ser su esposo,
ella quiso volver a ser la dama infiel.
Ahora ella est� feliz, volvi� con el idiota,
yo recorro las calles buscando otra mujer,
y aprend� que mentirse tiene patas muy cortas
que siempre la costumbre va a matar al placer,
va a matar al placer.