Letra de La Hora De Las Brujas - Joan Baptista Humet
Letra de canci�n de La Hora De Las Brujas de Joan Baptista Humet lyrics
Ya se despiertan los poetas,
ya se requieren los amantes,
ya hay quien maldice una ruleta
y la besaba hace un instante.
Se desanudan los cilicios,
se pone precio a las cabezas,
y las mujeres de limpieza
llenan su cubo en los servicios.
Bajan la voz los nigromantes
y se transportan las actrices,
se dan carm�n las meretrices
y se organizan los tunantes.
Se van pintando terciopelos
de serpentinas y burbujas
y en el silencio las agujas
abren su brecha de consuelo,
lleg� la hora de las brujas.
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Para encender una fogata
y elucubrar con las estrellas
y compartir una botella
con los amigos o las ratas;
https://www.coveralia.com/letras/la-hora-de-las-brujas-joan-baptista-humet.php
para intimar con el sereno
y hacerle un gui�o al astronauta,
para apostar sin ver las cartas
y enamorar en puerto ajeno;
para escapar de las prisiones,
para irrumpir en los conventos,
para fraguar revoluciones,
para so�ar sin miramientos
y deshacernos del abrigo
que nos convierte en cirujanos,
en agoreros y escribanos,
en misioneros o mendigos,
porque la noche ya ha venido.
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
ya se requieren los amantes,
ya hay quien maldice una ruleta
y la besaba hace un instante.
Se desanudan los cilicios,
se pone precio a las cabezas,
y las mujeres de limpieza
llenan su cubo en los servicios.
Bajan la voz los nigromantes
y se transportan las actrices,
se dan carm�n las meretrices
y se organizan los tunantes.
Se van pintando terciopelos
de serpentinas y burbujas
y en el silencio las agujas
abren su brecha de consuelo,
lleg� la hora de las brujas.
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Para encender una fogata
y elucubrar con las estrellas
y compartir una botella
con los amigos o las ratas;
https://www.coveralia.com/letras/la-hora-de-las-brujas-joan-baptista-humet.php
para intimar con el sereno
y hacerle un gui�o al astronauta,
para apostar sin ver las cartas
y enamorar en puerto ajeno;
para escapar de las prisiones,
para irrumpir en los conventos,
para fraguar revoluciones,
para so�ar sin miramientos
y deshacernos del abrigo
que nos convierte en cirujanos,
en agoreros y escribanos,
en misioneros o mendigos,
porque la noche ya ha venido.
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha
Aha aha