Letra de La Vieja - Labordeta
Letra de canci�n de La Vieja de Labordeta lyrics
Siempre te recuerdo vieja,
sentada junto al hogar,
acariciando la lumbre
la cadiera y el pozal.
La tristeza de tus ojos
de tanto mirar,
hijos que van hacia Francia
y otros hacia la ciudad.
Miguel dice que va bueno
y pari� la del Juli�n.
T� te quedas con tus muertos
rez�ndoles sin parar,
pensando que en esta vida
s�lo se puede llorar.
Siempre te recuerdo vieja
sentada frente al portal,
repasando antiguas mudas
que ya nadie se pondr�.
Al cierzo de los oto�os
vas a buscar
palabras desde la Francia
o desde la ciudad.
Miguel cay� del andamio
y pari� la del Juli�n.
https://www.coveralia.com/letras/la-vieja-labordeta.php
T�, tus mitos y tus penas
cubren barbecho y erial
cubren los viejos olivos
con tu densa soledad.
Siempre te recuerdo vieja
zurciendo la eternidad
con tus palabras menudas
ocultando la verdad.
Miguel muri� del andamio
y los chicos del Juli�n
al final de aquel verano
volvieron a la ciudad.
A ti te enterramos pobre
como deb�a pasar,
al lado de tu marido
tus padres y el sacrist�n
que loco por las campanas
se desguaz� ante el altar.
Siempre te recuerdo vieja
nunca te podr� olvidar
eternamente paciente,
sufriendo sin m�s ni m�s.
sentada junto al hogar,
acariciando la lumbre
la cadiera y el pozal.
La tristeza de tus ojos
de tanto mirar,
hijos que van hacia Francia
y otros hacia la ciudad.
Miguel dice que va bueno
y pari� la del Juli�n.
T� te quedas con tus muertos
rez�ndoles sin parar,
pensando que en esta vida
s�lo se puede llorar.
Siempre te recuerdo vieja
sentada frente al portal,
repasando antiguas mudas
que ya nadie se pondr�.
Al cierzo de los oto�os
vas a buscar
palabras desde la Francia
o desde la ciudad.
Miguel cay� del andamio
y pari� la del Juli�n.
https://www.coveralia.com/letras/la-vieja-labordeta.php
T�, tus mitos y tus penas
cubren barbecho y erial
cubren los viejos olivos
con tu densa soledad.
Siempre te recuerdo vieja
zurciendo la eternidad
con tus palabras menudas
ocultando la verdad.
Miguel muri� del andamio
y los chicos del Juli�n
al final de aquel verano
volvieron a la ciudad.
A ti te enterramos pobre
como deb�a pasar,
al lado de tu marido
tus padres y el sacrist�n
que loco por las campanas
se desguaz� ante el altar.
Siempre te recuerdo vieja
nunca te podr� olvidar
eternamente paciente,
sufriendo sin m�s ni m�s.