Letra de Los Inmortales - Alberto Cortez
Letra de canci�n de Los Inmortales de Alberto Cortez lyrics
Entre los quince y los treinta y cinco
uno se piensa que es inmortal,
que anda la parca dando servicio
entre la gente de m�s edad.
Uno rechaza todas las reglas,
las viejas normas de urbanidad,
"...que se las metan donde les quepan
los que las mandan a respetar...".
Que no hace falta guardar el grano,
en todo caso Dios proveer�...
Es preferible ser un fulano
que un buen patr�n de formalidad.
Es preferible ser un fulano
que un buen patr�n de formalidad.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.
Es necesario pobrar de todo
porque el saber no ocupa lugar.
Si es peligroso, de cualquier modo,
por una vez nada pasar�.
A uno le sobran las energ�as,
los ideales y el coraz�n,
y es palad�n de las utop�as...
un Don Quijote de la raz�n.
Cada momento es un desaf�o,
�qui�n puede menos y qui�n da m�s!.
Grande o peque�o, caliente o fr�o;
de donde venga y adonde va.
Grande o peque�o, caliente o fr�o;
de donde venga y adonde va.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.
https://www.coveralia.com/letras/los-inmortales-alberto-cortez.php
Cuando uno pasa los treinta y cinco
es una torpe temeridad
andar en moto haciendo el indio
a toda leche por la ciudad.
Uno se vuelve m�s precavido,
m�s aferrado a la sensatez.
Ya no resulta tan divertido
dar cabezazos en la pared.
Uno se pone el paracaidas
y le echa llaves al coraz�n.
Y abre la puerta de bienvenida
a los chantajes de la raz�n.
Y abre la puerta de bienvenida
a los chantajes de la raz�n.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.
Y cuando llegan los muchos cincos
y anda la parca por la vecindad,
uno quisiera pegar un brinco
para volver a ser inmortal.
Recuperar aquella frescura
tan parecida a la libertad
de echar abajo las estructuras
para volverlas a levantar.
Pero la vida... �c�mo es la vida!
siempre nos vuelve a la realidad.
Siga la flecha hacia la salida
que est� prohibido volver atr�s.
Siga la flecha hacia la salida
que est� prohibido volver atr�s.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.
uno se piensa que es inmortal,
que anda la parca dando servicio
entre la gente de m�s edad.
Uno rechaza todas las reglas,
las viejas normas de urbanidad,
"...que se las metan donde les quepan
los que las mandan a respetar...".
Que no hace falta guardar el grano,
en todo caso Dios proveer�...
Es preferible ser un fulano
que un buen patr�n de formalidad.
Es preferible ser un fulano
que un buen patr�n de formalidad.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.
Es necesario pobrar de todo
porque el saber no ocupa lugar.
Si es peligroso, de cualquier modo,
por una vez nada pasar�.
A uno le sobran las energ�as,
los ideales y el coraz�n,
y es palad�n de las utop�as...
un Don Quijote de la raz�n.
Cada momento es un desaf�o,
�qui�n puede menos y qui�n da m�s!.
Grande o peque�o, caliente o fr�o;
de donde venga y adonde va.
Grande o peque�o, caliente o fr�o;
de donde venga y adonde va.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.
https://www.coveralia.com/letras/los-inmortales-alberto-cortez.php
Cuando uno pasa los treinta y cinco
es una torpe temeridad
andar en moto haciendo el indio
a toda leche por la ciudad.
Uno se vuelve m�s precavido,
m�s aferrado a la sensatez.
Ya no resulta tan divertido
dar cabezazos en la pared.
Uno se pone el paracaidas
y le echa llaves al coraz�n.
Y abre la puerta de bienvenida
a los chantajes de la raz�n.
Y abre la puerta de bienvenida
a los chantajes de la raz�n.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.
Y cuando llegan los muchos cincos
y anda la parca por la vecindad,
uno quisiera pegar un brinco
para volver a ser inmortal.
Recuperar aquella frescura
tan parecida a la libertad
de echar abajo las estructuras
para volverlas a levantar.
Pero la vida... �c�mo es la vida!
siempre nos vuelve a la realidad.
Siga la flecha hacia la salida
que est� prohibido volver atr�s.
Siga la flecha hacia la salida
que est� prohibido volver atr�s.
Parece broma, pero va en serio,
de tantos c�ndidos inmortales
est�n poblados los cementerios
y saturados los hospitales.