Letra de Miradas - Bravo Fisher!
Letra de canci�n de Miradas de Bravo Fisher! lyrics
Me advirtieron de que lo m�o nunca,
ser�a tuyo ni en la penumbra.
Auguraron despu�s varias fracturas,
a�o de luto y quemaduras.
Que haya acontecido,
te esp�o por encima de mi muro.
Me avisaron que eran incendiarias,
tus miradas las m�s lapidarias,
y que eran terribles.
Yo contemplo tu elegancia innata,
duerme demanda tu espalda,
y no es ta terrible.
Con mi voz proclam�, voz tartamuda,
entre murmullos y tachaduras.
"Que poco puedo ofrecer, salvo locura,
dormir desnudos y abreviaturas."
Desposeido,
tus ojos por encima de mi muro.
Me avisaron que eran incendiarias,
tus miradas las m�s lapidarias,
https://www.coveralia.com/letras/miradas-bravo-fisher-.php
y que eran terribles.
Yo contemplo tu elegancia innata,
duerme demanda tu espalda,
y no es ta terrible.
Har�a lo imposible, por ser tu imprescindible,
indivisible. (x2)
Pues si soy el hombre equivocado,
parteme en veinte mil pedazos,
ll�vame al campo santo.
Cuando vuelva como rey nacido,
ser� entonces el elegido,
y te habr� salvado.
Me avisaron que eran incendiarias,
tus miradas las m�s lapidarias,
y que eran terribles.
Yo contemplo tu elegancia innata,
duerme demanda tu espalda,
y no es ta terrible.
ser�a tuyo ni en la penumbra.
Auguraron despu�s varias fracturas,
a�o de luto y quemaduras.
Que haya acontecido,
te esp�o por encima de mi muro.
Me avisaron que eran incendiarias,
tus miradas las m�s lapidarias,
y que eran terribles.
Yo contemplo tu elegancia innata,
duerme demanda tu espalda,
y no es ta terrible.
Con mi voz proclam�, voz tartamuda,
entre murmullos y tachaduras.
"Que poco puedo ofrecer, salvo locura,
dormir desnudos y abreviaturas."
Desposeido,
tus ojos por encima de mi muro.
Me avisaron que eran incendiarias,
tus miradas las m�s lapidarias,
https://www.coveralia.com/letras/miradas-bravo-fisher-.php
y que eran terribles.
Yo contemplo tu elegancia innata,
duerme demanda tu espalda,
y no es ta terrible.
Har�a lo imposible, por ser tu imprescindible,
indivisible. (x2)
Pues si soy el hombre equivocado,
parteme en veinte mil pedazos,
ll�vame al campo santo.
Cuando vuelva como rey nacido,
ser� entonces el elegido,
y te habr� salvado.
Me avisaron que eran incendiarias,
tus miradas las m�s lapidarias,
y que eran terribles.
Yo contemplo tu elegancia innata,
duerme demanda tu espalda,
y no es ta terrible.