Letra de Mirame Y No Me Toques - Serrat
Letra de canci�n de Mirame Y No Me Toques de Serrat lyrics
Se conocieron en uno de esos pastos urbanos,
entre apretujones
y copas vac�as,
donde se cuecen las mentiras de primera mano
y las vanidades
de bisuter�a.
�l era un consumado artista del ojeo
midiendo la noche
desde su atalaya.
Resistiendo los envites de los mirares ajenos
hasta que le echaban
humo las pesta�as.
Cuando ella respondi� al torniquete de su mirada
con el navajazo
de sus ojos negros,
�l se dio cuenta que la vida le regalaba
una compa�era
para sus juegos.
Fue un inquietante romance
que s�lo el aire lleg� a acariciar...
Aprendieron a citarse
manteniendo el riesgo del azar...
Buscando sin encontrarse,
buscando sin encontrarse.
M�rame, m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
Se ver�an en un solar abandonado
siempre que lloviese
a las tres del d�a.
Ir�an al f�tbol, cada uno por su lado,
y con los prism�ticos
se rastrear�an.
Acabar�an con frecuentar los funiculares.
https://www.coveralia.com/letras/mirame-y-no-me-toques-serrat.php
El uno el de subida,
el otro el de bajada
y mirarse a los ojos a trav�s de los cristales
en el breve instante
en que se cruzaran.
Hasta que un d�a el experto artista de la mirada
no tuvo bastante
con palpar la niebla.
Quiso ser menos "Polaroid" y m�s almohada
Tuvo un mal momento
y rompi� las reglas.
Y le ofreci� la aventura
vulgar del enredo en un cuarto de hotel.
Amor no es literatura
si no se puede escribir en la piel.
Pero ella no lleg� nunca.
Pero ella no lleg� nunca.
M�rame, m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
Cuentan que se qued� atascada en un sem�foro
con la vista fija
en un militar.
Y que, a pesar de los insultos y los bocinazos
fue incapaz
de arrancar.
Se conocieron en uno de esos pastos urbanos
que estuvo de moda
la otra primavera.
Es muy probable que los veas deambular por la ciudad
busc�ndose los ojos
por las aceras.
entre apretujones
y copas vac�as,
donde se cuecen las mentiras de primera mano
y las vanidades
de bisuter�a.
�l era un consumado artista del ojeo
midiendo la noche
desde su atalaya.
Resistiendo los envites de los mirares ajenos
hasta que le echaban
humo las pesta�as.
Cuando ella respondi� al torniquete de su mirada
con el navajazo
de sus ojos negros,
�l se dio cuenta que la vida le regalaba
una compa�era
para sus juegos.
Fue un inquietante romance
que s�lo el aire lleg� a acariciar...
Aprendieron a citarse
manteniendo el riesgo del azar...
Buscando sin encontrarse,
buscando sin encontrarse.
M�rame, m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
Se ver�an en un solar abandonado
siempre que lloviese
a las tres del d�a.
Ir�an al f�tbol, cada uno por su lado,
y con los prism�ticos
se rastrear�an.
Acabar�an con frecuentar los funiculares.
https://www.coveralia.com/letras/mirame-y-no-me-toques-serrat.php
El uno el de subida,
el otro el de bajada
y mirarse a los ojos a trav�s de los cristales
en el breve instante
en que se cruzaran.
Hasta que un d�a el experto artista de la mirada
no tuvo bastante
con palpar la niebla.
Quiso ser menos "Polaroid" y m�s almohada
Tuvo un mal momento
y rompi� las reglas.
Y le ofreci� la aventura
vulgar del enredo en un cuarto de hotel.
Amor no es literatura
si no se puede escribir en la piel.
Pero ella no lleg� nunca.
Pero ella no lleg� nunca.
M�rame, m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
M�rame y no me toques, pero m�rame.
Cuentan que se qued� atascada en un sem�foro
con la vista fija
en un militar.
Y que, a pesar de los insultos y los bocinazos
fue incapaz
de arrancar.
Se conocieron en uno de esos pastos urbanos
que estuvo de moda
la otra primavera.
Es muy probable que los veas deambular por la ciudad
busc�ndose los ojos
por las aceras.