Letra de Perd� Tu Direcci�n - Alberto Cortez
Letra de canci�n de Perd� Tu Direcci�n de Alberto Cortez lyrics
"I
Buenos Aires, noviembre veintis�is.
Querido Pablo:
Perd� la direcci�n donde escribirte
y en Chile han contestado,
que te fuiste �qui�n sabe por qu� rumbo?
Domicilio ignorado.
Como tengo muy claras tus palabras:
""Si llega una tristeza,
escr�beme una carta, yo te espero,
te espero simplemente donde sea"".
Ya ves, querido Pablo, es el momento
de cumplir tu promesa.
No te voy a contar como otras veces
mis peque�as audacias.
Es m�s duro esta vez y m�s dif�cil;
huele a muerte en el aire y en el agua,
ya en tus versos se agita la advertencia
contra viejos fantasmas.
Cuando dije tu nombre, algunos hombres
me han mirado torcido
y me duele decirte que has logrado
tu incre�ble diploma de prohibido;
que de todo lo bueno, s�lo dejan
tu nombre y tu partido.
II
Es hiriente pensar que fuiste tanto
y te dejan tan poco.
No respetan el himno de tus versos,
los hallan peligrosos.
En un mundo de ciegos se sospecha
del que estrena sus ojos.
Aprovechan que est�s en ese viaje,
se adue�a de tu tierra,
te despojan de cielo y de paisaje,
te limitan, te niegan y te encierran
en la absurda frontera de su miedo,
por miedo a tu bandera.
https://www.coveralia.com/letras/perdi-tu-direccion-alberto-cortez.php
Y se olvidan de todos los sonidos
de tu canto profundo.
De la magia de amor que te rondaba,
de la fuerza sensual de tus impulsos
De ese grito sin patria, luminoso,
tan nuestro como tuyo.
Han matado al poeta por el hombre,
sacrilegio suicida,
gesto cl�sico y pr�ctico del cuervo
que a la muerte la vuelve su comida
y alimenta con muerte su existencia,
por salvarse la vida.
III
Siento angustia y me quedo con mi rabia,
ya no tengo consuelo
para tantas infamias moralistas
impuestas por decreto,
para tantas amnesias convenientes,
censurando los vuelos.
Perd� la direcci�n donde escribirte,
pero ya no me importa.
Me he quedado sin ti, por el camino,
sin tu luz, sin tu voz y sin tu sombra,
pero s� que tu ausencia, aunque no quieran,
ser� una ausencia corta.
Donde tengas tu nuevo domicilio,
mi tristeza y mi carta
llegar�n a tus manos enseguida,
instant�neo dolor en telegrama.
Mientras yo las escribo van de a poco
soseg�ndome el alma.
Hasta pronto querido amigo m�o,
volveremos a vernos,
cuando encuentre en la calle tus verdades,
cuando estallen pasiones en mi cuerpo,
cuando todo lo hermoso de este mundo,
me repita tus versos.
Buenos Aires, noviembre veintis�is.
Querido Pablo:
Perd� la direcci�n donde escribirte
y en Chile han contestado,
que te fuiste �qui�n sabe por qu� rumbo?
Domicilio ignorado.
Como tengo muy claras tus palabras:
""Si llega una tristeza,
escr�beme una carta, yo te espero,
te espero simplemente donde sea"".
Ya ves, querido Pablo, es el momento
de cumplir tu promesa.
No te voy a contar como otras veces
mis peque�as audacias.
Es m�s duro esta vez y m�s dif�cil;
huele a muerte en el aire y en el agua,
ya en tus versos se agita la advertencia
contra viejos fantasmas.
Cuando dije tu nombre, algunos hombres
me han mirado torcido
y me duele decirte que has logrado
tu incre�ble diploma de prohibido;
que de todo lo bueno, s�lo dejan
tu nombre y tu partido.
II
Es hiriente pensar que fuiste tanto
y te dejan tan poco.
No respetan el himno de tus versos,
los hallan peligrosos.
En un mundo de ciegos se sospecha
del que estrena sus ojos.
Aprovechan que est�s en ese viaje,
se adue�a de tu tierra,
te despojan de cielo y de paisaje,
te limitan, te niegan y te encierran
en la absurda frontera de su miedo,
por miedo a tu bandera.
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Y se olvidan de todos los sonidos
de tu canto profundo.
De la magia de amor que te rondaba,
de la fuerza sensual de tus impulsos
De ese grito sin patria, luminoso,
tan nuestro como tuyo.
Han matado al poeta por el hombre,
sacrilegio suicida,
gesto cl�sico y pr�ctico del cuervo
que a la muerte la vuelve su comida
y alimenta con muerte su existencia,
por salvarse la vida.
III
Siento angustia y me quedo con mi rabia,
ya no tengo consuelo
para tantas infamias moralistas
impuestas por decreto,
para tantas amnesias convenientes,
censurando los vuelos.
Perd� la direcci�n donde escribirte,
pero ya no me importa.
Me he quedado sin ti, por el camino,
sin tu luz, sin tu voz y sin tu sombra,
pero s� que tu ausencia, aunque no quieran,
ser� una ausencia corta.
Donde tengas tu nuevo domicilio,
mi tristeza y mi carta
llegar�n a tus manos enseguida,
instant�neo dolor en telegrama.
Mientras yo las escribo van de a poco
soseg�ndome el alma.
Hasta pronto querido amigo m�o,
volveremos a vernos,
cuando encuentre en la calle tus verdades,
cuando estallen pasiones en mi cuerpo,
cuando todo lo hermoso de este mundo,
me repita tus versos.