Letra de Romance Para Un Negro Milonguero - Alfredo Zitarrosa
Letra de canci�n de Romance Para Un Negro Milonguero de Alfredo Zitarrosa lyrics
Negro milonguero, qué bien,
buen tamborilero también,
baila milonga para su mercé,
como milonga y como canbomblé.
Negro yacumenza y bantú,
toca el tambor-piano zulú,
y alzan las piernas en la noche azul
nueve lunas morenas de tisú.
Negro nieto de cazador,
trabajando en el corralón;
sombra de jabalí; pie de león
junta basura y bosta en un camión.
Negro hijo de negro oriental,
tuvo abuelo negro bozal,
que se alzó en armas junto al general
y un cañón lo partió en Marmarajá.
Salió la luna boba, bembé,
se puso a darme coba, también
zumba el muerto en su tumba, Juillié�
se murió en la macumba
otra vez�
https://www.coveralia.com/letras/romance-para-un-negro-milonguero-alfredo-zitarrosa.php
Qué con qué�!
¡quién con quién�!,
¡cuándo también�!
¡Cómo y por qué,
unos primero
y otros después!
Negro del lanzazo mortal,
sombra en la sombra tensa del bar,
frente a su gran vaso municipal
cierra un ojo y se bebe la mitad.
Piensa en los cañones de Alvear,
abre el ojo y vuelve a mirar.
Un batallón es para batallar,
ése es el mejor modo de pensar.
Negro milonguero, señor,
del tamboril más tronador.
Alza el vaso de vino y un temblor
le baja de la mano al corazón.
buen tamborilero también,
baila milonga para su mercé,
como milonga y como canbomblé.
Negro yacumenza y bantú,
toca el tambor-piano zulú,
y alzan las piernas en la noche azul
nueve lunas morenas de tisú.
Negro nieto de cazador,
trabajando en el corralón;
sombra de jabalí; pie de león
junta basura y bosta en un camión.
Negro hijo de negro oriental,
tuvo abuelo negro bozal,
que se alzó en armas junto al general
y un cañón lo partió en Marmarajá.
Salió la luna boba, bembé,
se puso a darme coba, también
zumba el muerto en su tumba, Juillié�
se murió en la macumba
otra vez�
https://www.coveralia.com/letras/romance-para-un-negro-milonguero-alfredo-zitarrosa.php
Qué con qué�!
¡quién con quién�!,
¡cuándo también�!
¡Cómo y por qué,
unos primero
y otros después!
Negro del lanzazo mortal,
sombra en la sombra tensa del bar,
frente a su gran vaso municipal
cierra un ojo y se bebe la mitad.
Piensa en los cañones de Alvear,
abre el ojo y vuelve a mirar.
Un batallón es para batallar,
ése es el mejor modo de pensar.
Negro milonguero, señor,
del tamboril más tronador.
Alza el vaso de vino y un temblor
le baja de la mano al corazón.