Letra de Te Esperar� - Victor Heredia
Letra de canci�n de Te Esperar� de Victor Heredia lyrics
Te esperar� como espera la estrella
el espejo del mar,
como espera la vida a la muerte llegar,
con la misma paciencia que el tiempo
al rodar
Te esperar�, desde el cuando hasta el siempre
en el mismo lugar,
como espera la lluvia su llanto soltar
Con la boca apagada de tanto rezar
Ay, �de qui�n es este saco de arena que pesa en mi sien?
Zapatito que aprieta desde la ni�ez
�de qui�n es esta ag�ita sin sed,
este doble esperar, este sue�o de amar,
lo que transcurrir�, lo que viene y se va?
Te esperar� donde s� que alg�n d�a vendr�s
https://www.coveralia.com/letras/te-esperare-victor-heredia.php
a esperar
los pedazos de m� los que habr� de enterrar
en el vientre m�s hondo
de tu soledad
Ay, �de qui�n es este saco de arena que pesa en mi sien?
Zapatito que aprieta desde la ni�ez
�de qui�n es esta ag�ita sin sed,
este doble esperar, este sue�o de amar,
lo que transcurrir�, lo que viene y se va?
Te esperar� entre nombres de amigos que ya no
s� m�s,
tan humito, tan fuego, por desesperar
lo que a besos herimos no aroma, ni da
el espejo del mar,
como espera la vida a la muerte llegar,
con la misma paciencia que el tiempo
al rodar
Te esperar�, desde el cuando hasta el siempre
en el mismo lugar,
como espera la lluvia su llanto soltar
Con la boca apagada de tanto rezar
Ay, �de qui�n es este saco de arena que pesa en mi sien?
Zapatito que aprieta desde la ni�ez
�de qui�n es esta ag�ita sin sed,
este doble esperar, este sue�o de amar,
lo que transcurrir�, lo que viene y se va?
Te esperar� donde s� que alg�n d�a vendr�s
https://www.coveralia.com/letras/te-esperare-victor-heredia.php
a esperar
los pedazos de m� los que habr� de enterrar
en el vientre m�s hondo
de tu soledad
Ay, �de qui�n es este saco de arena que pesa en mi sien?
Zapatito que aprieta desde la ni�ez
�de qui�n es esta ag�ita sin sed,
este doble esperar, este sue�o de amar,
lo que transcurrir�, lo que viene y se va?
Te esperar� entre nombres de amigos que ya no
s� m�s,
tan humito, tan fuego, por desesperar
lo que a besos herimos no aroma, ni da