Letra de Todav�a Duele - Sabroso
Letra de canci�n de Todav�a Duele de Sabroso lyrics
Fue dif�cil aceptar, vivir sin tu boca.
Jam�s pude olvidar, aquellos besos.
Lo grande que fue nuestro amor,
y tantas horas de pasi�n.
Fue dif�cil decidir, no volver a vernos.
Logr� sobrevivir, con tus recuerdos.
Fue triste lo que nos pas�,
ninguno de los dos gan�.
Todav�a duele el tiempo que perdimos,
separarnos fue como una pu�alada.
Fue un error tan grande lo que cometimos
y con la distancia no ganamos nada.
Todav�a duele aquella despedida,
el sabor amargo de cada palabra.
En ese momento nos ceg� la ira,
y esa decisi�n iba a costarnos cara.
https://www.coveralia.com/letras/todavia-duele-sabroso.php
Fue dif�cil pero hoy, he vuelto a la vida,
curado del dolor y las heridas.
Poderle ver lo quiso Dios,
y nunca m�s habr� otro adi�s.
Todav�a duele el tiempo que perdimos,
separarnos fue como una pu�alada.
Fue un error tan grande lo que cometimos
y con la distancia no ganamos nada.
Todav�a duele aquella despedida,
el sabor amargo de cada palabra.
En ese momento nos ceg� la herida,
y esa decisi�n iba a costarnos cara.
No puedo cortar el hilo
que me une a tu destino.
Tengo en tu mirada todo lo que me faltaba.
Jam�s pude olvidar, aquellos besos.
Lo grande que fue nuestro amor,
y tantas horas de pasi�n.
Fue dif�cil decidir, no volver a vernos.
Logr� sobrevivir, con tus recuerdos.
Fue triste lo que nos pas�,
ninguno de los dos gan�.
Todav�a duele el tiempo que perdimos,
separarnos fue como una pu�alada.
Fue un error tan grande lo que cometimos
y con la distancia no ganamos nada.
Todav�a duele aquella despedida,
el sabor amargo de cada palabra.
En ese momento nos ceg� la ira,
y esa decisi�n iba a costarnos cara.
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Fue dif�cil pero hoy, he vuelto a la vida,
curado del dolor y las heridas.
Poderle ver lo quiso Dios,
y nunca m�s habr� otro adi�s.
Todav�a duele el tiempo que perdimos,
separarnos fue como una pu�alada.
Fue un error tan grande lo que cometimos
y con la distancia no ganamos nada.
Todav�a duele aquella despedida,
el sabor amargo de cada palabra.
En ese momento nos ceg� la herida,
y esa decisi�n iba a costarnos cara.
No puedo cortar el hilo
que me une a tu destino.
Tengo en tu mirada todo lo que me faltaba.