Letra de Una Promesa, Etc. - Carta Baladi
Letra de canci�n de Una Promesa, Etc. de Carta Baladi lyrics
Una promesa
me impele a retratar cada momento,
una sorpresa
que est� por estallar sin un lamento.
Una mentira cada silencio
y una sonrisa, por supuesto.
Cada pesta�a es un deseo
como colilla en cenicero.
Un hola y un adi�s,
un antes y un porqu�,
y un garabato en el desierto.
Cada vez que te vas,
cada vez que me voy
somos lagartos en el fuego.
Qu� triste el duelo
que impide saludarnos y movernos,
como un sollozo
que sue�a con salir del agujero.
Otro mandoble duro y certero:
https://www.coveralia.com/letras/una-promesa--etc--carta-baladi.php
se ha percatado del injerto.
Escupe el bazo, vivan tus muertos,
y se arrodilla el firmamento.
Otro arrebato en flor,
tomo carrera
y me despe�o hasta el final.
Si el aguacero cae,
rompo la almena,
no me conformo con mirar.
Habr� valido la pena retornar al lugar
donde no es oro lo que reluce,
donde el infierno es una estufa de gas,
donde el tiempo desnuda al silencio...
Tendr� dormidas las piernas y a�n podr� saltar
sobre el obst�culo con penumbra,
como si fuera un golpe de mar
caer�... y no me preocupa.
me impele a retratar cada momento,
una sorpresa
que est� por estallar sin un lamento.
Una mentira cada silencio
y una sonrisa, por supuesto.
Cada pesta�a es un deseo
como colilla en cenicero.
Un hola y un adi�s,
un antes y un porqu�,
y un garabato en el desierto.
Cada vez que te vas,
cada vez que me voy
somos lagartos en el fuego.
Qu� triste el duelo
que impide saludarnos y movernos,
como un sollozo
que sue�a con salir del agujero.
Otro mandoble duro y certero:
https://www.coveralia.com/letras/una-promesa--etc--carta-baladi.php
se ha percatado del injerto.
Escupe el bazo, vivan tus muertos,
y se arrodilla el firmamento.
Otro arrebato en flor,
tomo carrera
y me despe�o hasta el final.
Si el aguacero cae,
rompo la almena,
no me conformo con mirar.
Habr� valido la pena retornar al lugar
donde no es oro lo que reluce,
donde el infierno es una estufa de gas,
donde el tiempo desnuda al silencio...
Tendr� dormidas las piernas y a�n podr� saltar
sobre el obst�culo con penumbra,
como si fuera un golpe de mar
caer�... y no me preocupa.