Liza Minnelli, el renacer de una estrella
Las estrellas nacen, no se hacen, y en el caso de Liza Minnelli est� claro que todo es cuesti�n de gen�tica, sobra recordar que es hija de Judy Garland y Vincent Minnelli; pero tambi�n s�lo las estrellas son capaces de autodestruirse y ayer le tocaba al p�blico de Madrid presenciar el renacer de una estrella.
El silencio sepulcral con el que el p�blico esper� los �ltimos cinco minutos antes de la entrada triunfal de la estrella en el escenario del Centro Cultural Conde Duque fue impresionante. En �l la esperaban tambi�n en silencio los once m�sicos que formaban su banda.
Quiz� ese silencio del p�blico se debiese a las �ltimas declaraciones de la diva de Hollywood en las que hablaba abiertamente sobre sus problemas con el alcohol y las drogas, y sobre las recientes operaciones de cadera y rodilla.
Lo cierto es que hab�an pasado m�s de veinte a�os de su �ltima visita a Espa�a y preguntas como '�c�mo estar� de voz?' o '�bailar� como antes?...' flotaban en el ambiente; preguntas a las que durante m�s de dos horas, Liza respondi� como mejor sabe hacer: sin parar de cantar, hablar y moverse.
Madrid recibi� a la cantante de pie y con una ovaci�n de varios minutos. Ella, vestida de blanco y negro, recogi� jubilosa el regalo y obsequi� cantando a la perfecci�n los cl�sicos, 'I can see clearly' y 'Old friend'.
Pero tambi�n ven�a dispuesta a hablar de ella y los suyos, incluso explic� el porqu� de su man�a de cantar con cintas atadas a la frente y es que, seg�n dijo, desde que rod� 'Cabaret', pel�cula por la que recibi� un Oscar con tan s�lo 26 a�os, descubri� lo 'c�modo que resulta llevarlas para evitar el sudor' y es que tambi�n las estrellas sudan y a Liza en concreto le 'molesta que las gotitas caigan sobre las tetas'.
Encantada con el recinto. 'Que sitio tan bonito', dijo al ver el patio central del antiguo cuartel del Conde Duque, en donde el Ayuntamiento de Madrid celebra los 'Veranos de la Villa', Liza, durante la primera parte del recital, dio un repaso a todos su �xitos.
No faltaron 'Our love, here I'stay', 'So what' y Maybe this time' -estas dos �ltimas compuestas por Fred Ebb y John Kander para el musical 'Cabaret'- 'He's funny that way' y 'My own best friend', dedicada a su padre.
'Toda mi familia est� en el cielo, ustedes son ahora mi familia', dijo la ganadora de un Oscar, un Emmy, un Grammy y un Tony antes de finalizar el primer acto con el tema central de 'Cabaret' y ser despedida con otra larga ovaci�n.
Tras un intermedio, Liza sali� a escena con un traje de noche negro para avanzar lo que iba a ser la segunda parte del espect�culo, un 'homenaje' a Kay Thompson, quien fuera su madrina y a la que se refiri� como 'la mayor influencia' de su vida, ya que vivi� en su casa desde el momento en que muri� Judy Garland, cuando Liza ten�a 22 a�os, hasta su fallecimiento en 1998.
'Ella me ayud� a superar mis depresiones y mis peores momentos', explic� la cantante, que volvi� a retirarse para regresar con un cort�simo vestido negro que permit�a ver sus todav�a largas piernas, que parec�an, a sus 61 a�os, m�s largas a�n gracias a unas botas del mismo color que le llegaban hasta la rodilla.
Dispuesta a demostrar que todav�a es una de los grandes mitos de Broadway, Liza cont� con un grupo de cinco cantantes-bailarines y coreograf�as de Ron Lewis para poner en escena algunos de los cl�sicos compuestos por Kay Thompson para el cine, como 'Hello, hello', del musical 'Cita en San Louis', con el que su padre y su madre se conocieron, o 'Clap your hands', de 'Fanny face'.
Para cerrar el espect�culo, tras un cuarto cambio de vestuario y como no pod�a ser de otra manera, interpret� 'New York, New York', un tema compuesto para ella por Fred Ebb y John Kander que cant� en el filme del mismo t�tulo de Martin Scorsese.
Y como el p�blico de Madrid no estaba dispuesto a irse, como regalo cant� a capella 'I'be seeing you', demostrando una vez quien es Liza Minnelli, una de las �ltimas grandes estrellas.
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